Mauricio Claver-Carone, enviado especial del presidente Donald Trump para América Latina, renunció a su cargo y se reincorporará al sector privado como codirector del Fondo LARA, una firma de capital privado en Miami, según informó Bloomberg. La salida, que se hará efectiva este mes, se produce en medio de tensiones con el secretario de Estado, Marco Rubio, quien consolida su influencia en la política exterior del segundo mandato de Trump. Aunque oficialmente se cita un límite legal que impide a funcionarios especiales ejercer más de 130 días sin confirmación del Senado, fuentes de La Política Online señalan que las diferencias con Rubio y el aislamiento de Claver-Carone en el círculo diplomático trumpista precipitaron su decisión.
Claver-Carone, abogado cubanoamericano, fue una figura clave en la primera administración Trump como director senior para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional. En 2020, con el respaldo directo de Trump, se convirtió en el primer estadounidense en presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero su gestión terminó en 2022 tras una investigación que reveló una relación sentimental con una subordinada y beneficios económicos indebidos, lo que derivó en su destitución por violar el código ético del BID. Su renuncia marca un nuevo capítulo en su trayectoria y evidencia las pugnas de poder en el diseño de la política exterior de la administración Trump.