
El primer ministro británico, Keir Starmer, anunció este lunes en Glasgow que el Reino Unido priorizará la preparación para la guerra como objetivo central de sus fuerzas armadas, en respuesta a amenazas “más graves, inmediatas e impredecibles” desde la Guerra Fría. En la presentación de la Revisión Estratégica de Defensa, Starmer destacó la “creciente agresión rusa” y riesgos como ataques nucleares o ciberataques, subrayando la necesidad de una fuerza militar más integrada y letal. El Gobierno invertirá en innovación, incluyendo drones y aeronaves con inteligencia artificial, con el objetivo de multiplicar por diez la capacidad letal de las fuerzas armadas para 2035, y reforzará su compromiso con la OTAN.
Starmer enfatizó que la seguridad nacional es una prioridad y que la preparación es la mejor defensa contra Estados con fuerzas avanzadas. Anunció una inversión de 15.000 millones de libras en ojivas nucleares, la construcción de 12 submarinos de ataque nuclear y 1.500 millones de libras en fábricas de municiones para adquirir 7.000 armas de largo alcance. El primer ministro instó a la ciudadanía a asumir un rol activo en este nuevo panorama de defensa, afirmando que “las cosas han cambiado” y que el Reino Unido nunca luchará solo gracias a su alianza con la OTAN.