
Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Estados Unidos, Donald Trump, iniciaron una cumbre en la base militar Elmendorf-Richardson, cerca de Anchorage, Alaska, que se prolongará por al menos seis o siete horas, según informó el Kremlin.
La reunión, la primera desde el regreso de Trump a la Casa Blanca y el inicio de la guerra en Ucrania, incluye una conversación cara a cara con la participación de asesores, seguida de negociaciones con delegaciones en un posible formato de almuerzo de trabajo. Posteriormente, ambos líderes ofrecerán una rueda de prensa conjunta, según detalló el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, a la televisión pública rusa.
Antes de partir hacia Alaska, Putin rindió homenaje en un memorial en la región rusa de Magadán dedicado a pilotos soviéticos y estadounidenses que colaboraron durante la Segunda Guerra Mundial. Al concluir la cumbre, el líder ruso realizará una ofrenda floral en un cementerio en Alaska donde están enterrados once militares soviéticos, nueve de ellos pilotos, y dos ciudadanos que murieron entre 1942 y 1945 mientras trasladaban aviones suministrados por Estados Unidos. Aunque se abordarán «temas complejos» durante las discusiones, el Kremlin adelantó que no se firmará ningún documento en esta reunión, que marca un nuevo capítulo en las relaciones entre ambos países.