
El presidente ruso Vladimir Putin expresó este jueves su solidaridad con Venezuela en una llamada telefónica con su aliado Nicolás Maduro, tras la incautación de un buque petrolero por parte de Estados Unidos frente a las costas venezolanas.
Según el Kremlin, Putin “confirmó su apoyo a la política del gobierno de Maduro dirigida a proteger los intereses y la soberanía nacional ante la creciente presión externa”, y reiteró que los canales de comunicación directa entre ambos países permanecen abiertos. Caracas, por su parte, destacó el carácter “estratégico, sólido y creciente” de sus relaciones bilaterales, con planes para impulsar su acuerdo de asociación estratégica en economía y energía, firmado en mayo y vigente pese a la operación antidrogas “Lanza del Sur” de Washington.
El respaldo de Rusia se produce en un contexto de escalada militar estadounidense en el Caribe, con el despliegue del portaaviones USS Gerald Ford y amenazas directas contra Maduro, considerado “ilegítimo” por la Casa Blanca. Paralelamente, el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jorgen Watne Frydnes, instó ayer a Maduro a aceptar los resultados electorales de 2024 y renunciar, acusando a Rusia, Cuba, Irán, China y Hezbolá de sostener su poder.
“Debe sentar las bases para una transición pacífica hacia la democracia, porque esa es la voluntad del pueblo venezolano. María Corina Machado y la oposición han encendido una llama que ninguna tortura, mentira ni miedo podrán apagar”, declaró Frydnes durante la entrega del Premio Nobel de la Paz a la líder opositora, quien escapó en secreto de Venezuela con ayuda de EE.UU. para asistir a la ceremonia en Oslo.
