
El presidente colombiano, Gustavo Petro, reiteró este martes su llamado al Gobierno de Estados Unidos a «no entrometerse en la justicia» de Colombia, en respuesta a las declaraciones del secretario de Estado, Marco Rubio, quien criticó el fallo condenatorio contra el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010).
«Le solicito a la embajada de EE.UU. en Colombia no entrometerse en la justicia de mi país (…) Le solicito a las asociaciones de jueces y trabajadores del poder judicial de los EE.UU. solidarizarse con la justicia colombiana, hoy agredida por un gobierno extranjero», escribió Petro en X.
El mandatario izquierdista aseguró que «decenas de jueces, magistrados y fiscales han sido asesinados en su lucha contra el narcotráfico y las relaciones del narcotráfico y el Estado colombiano», y agregó: «Mucha valentía colombiana muriendo asesinada por ayudar a los EE.UU. para que, ahora, el gobierno de los EE.UU., venga a irrespetarla».
Petro ya había denunciado la víspera «una intromisión a (sic) la soberanía nacional» por parte del país norteamericano, luego de que Rubio afirmara que el fallo condenatorio contra Uribe en el ‘juicio del siglo’ en Colombia obedeció a una «instrumentalización del poder colombiano».
Uribe, primer expresidente condenado penalmente
Uribe, de 73 años y jefe del partido de derechas Centro Democrático, se convirtió este lunes en el primer expresidente colombiano condenado penalmente, tras ser hallado responsable, en primera instancia, de los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal.
«El único ‘delito’ del expresiente colombiano Uribe ha sido luchar incansablemente y defender su patria. La instrumentalización del poder judicial por parte de jueces radicales ha sentado ahora un preocupante precedente», señaló el secretario de Estado estadounidense en su cuenta de X.
A esta publicación de Rubio, compartida también por la Embajada de EE.UU. en Bogotá, respondió este martes la misión diplomática de Colombia en Washington, mediante un comunicado en el que defendió la «separación de poderes firme e inequívoca» y la «plena autonomía e independencia» del Poder Judicial.
«Como país soberano, esta embajada reafirma su confianza en la integridad e independencia del sistema judicial colombiano y en su capacidad para garantizar el debido proceso en todas las instancias», concluyó la misión diplomática.
Año de tensiones diplomáticas
Estas tensiones surgen apenas tres semanas después de la más reciente crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos, ocurrida a comienzos de julio, cuando se filtraron audios de un excanciller de Petro supuestamente buscando apoyo en círculos republicanos de Estados Unidos para sacarlo del poder.
Esto agravó aún más las fricciones entre ambos gobiernos, ya marcadas por desacuerdos en temas como la migración y la lucha contra el narcotráfico.
En ese contexto, y tras lo que consideró una acusación «infundada» de Petro, Rubio convocó de manera «urgente» al jefe de la misión diplomática estadounidense en Bogotá, John McNamara.
En respuesta, Petro llamó a consultas a su embajador en Washington, Daniel García-Peña, con el fin de informarse sobre el estado actual de la agenda bilateral con Estados Unidos, el principal socio comercial de Colombia, con el que tiene desde 2012 un Tratado de Libre Comercio (TLC).