
En la homilía preparada para la Vigilia del Sábado Santo, leída por el cardenal Giovanni Battista Re en la basílica de San Pedro debido a la ausencia del papa Francisco, aún convaleciente por una infección respiratoria, el pontífice instó a los fieles a ser “mensajeros de esperanza” frente a los “vientos de muerte” que azotan el mundo. Francisco, quien visitó brevemente la basílica para rezar ante la tumba de San Pedro y saludar a peregrinos, delegó la ceremonia de más de dos horas en Re, destacando la luz de la resurrección que emerge en medio de las tinieblas del egoísmo y la violencia.
En su mensaje, el papa animó a los creyentes a reflejar la Pascua en sus vidas mediante pequeños gestos cotidianos y decisiones inspiradas en el Evangelio, para llevar esperanza a quienes han perdido la fe o enfrentan el peso de la vida. “No nos desanimemos, la luz resplandece lentamente incluso en las tinieblas”, escribió Francisco, subrayando la importancia de ser una presencia de consuelo y fe en un mundo marcado por el mal y el sufrimiento, mientras continúa su recuperación tras 38 días internado en el hospital Gemelli.