
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, expresó este miércoles su profunda preocupación por los recientes bombardeos israelíes en Damasco, capital de Siria, y llamó a poner fin a los combates. Durante un encuentro en Washington con el ministro de Exteriores de Baréin, Rubio lamentó la ruptura de un alto al fuego acordado la noche previa y señaló que ha mantenido conversaciones con las partes involucradas, quienes también están inquietas. En un comunicado posterior, el jefe de la diplomacia estadounidense calificó la violencia en el sur de Siria como “una amenaza directa” a los esfuerzos por construir una Siria pacífica y estable, destacando que EE.UU. mantiene diálogos constantes con los gobiernos de Siria e Israel para abordar la crisis.
Los ataques israelíes, que incluyeron un bombardeo al cuartel general de las Fuerzas Armadas sirias en Damasco y acciones contra contingentes militares sirios en ruta hacia Al Sueida, buscan, según Israel, proteger a la población drusa en esta ciudad del sur de Siria, ubicada a 80 kilómetros de Damasco y a 65 kilómetros de los Altos del Golan, ocupados por Israel desde 1967. En Al Sueida, donde persisten enfrentamientos entre facciones drusas y grupos beduinos, la minoría drusa, clave en el derrocamiento de Bashar Al Assad, se opone a la entrada de fuerzas regulares sirias. Israel ha exigido a Damasco retirar sus tropas de la zona, mientras Rubio subrayó la necesidad de detener la escalada para evitar mayores tensiones en la región.