
La Cumbre del G7 en Kananaskis (Canadá) concluyó este martes con importantes diferencias entre Estados Unidos y algunos de sus principales socios, especialmente la Unión Europea (UE), a raíz de su agresiva política comercial.
La primera jornada estuvo marcada por los avances. El presidente de EE.UU., Donald Trump, y el primer ministro británico, Keir Starmer, firmaron un acuerdo comercial mediante el cual el Reino Unido evitará determinados aranceles estadounidenses.
Al mismo tiempo, Canadá y EE.UU. acordaron acelerar sus negociaciones para tener listo un nuevo pacto en 30 días. Asimismo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció tras reunirse con Trump que los dos habían acordado también incrementar el ritmo negociador para llegar a un acuerdo antes del 9 de julio.
Pero tan pronto como Trump abandonó de forma inesperada Kananaskis en la noche del lunes por el conflicto armado entre Israel e Irán, la situación se torció para la parte europea.