
El conflicto entre Irán e Israel cumple nueve días de intensos combates, con un intercambio de misiles que no da tregua. Irán reporta 430 muertos, mayormente civiles, incluyendo 54 mujeres y niños, y 3.056 heridos, aunque la ONG HRANA eleva las cifras a 722 fallecidos y 2.546 heridos. En Israel, la cifra de muertos se mantiene en 24 desde el lunes, pese a los ataques iraníes en Tel Aviv y el norte. Israel intensificó su ofensiva con un bombardeo a la planta nuclear de Isfahán, donde asegura haber eliminado a tres comandantes de la Guardia Revolucionaria, y atacó objetivos en Ahvaz, Mahshahr y Teherán, cerca del mausoleo del Ayatolá Jomeini. Irán confirmó cinco bajas en Jorramabad, pero no las de Isfahán. En Teherán, las comunicaciones siguen restringidas, aunque una breve restauración de internet permitió contactos con el exterior.
A pesar de la escalada, Irán busca una salida diplomática. El ministro de Exteriores, Abbas Araghchi, tras reunirse con líderes europeos en Ginebra y con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en Estambul, acordó acelerar negociaciones con Europa, aunque rechaza suspender su programa nuclear. Erdogan ofreció mediar entre Teherán y Washington. Sin embargo, Araghchi advirtió que una intervención de EE.UU., que decidirá en dos semanas su participación, sería “muy peligrosa”. Los hutíes de Yemen, aliados de Irán, amenazaron con atacar buques estadounidenses si Washington se une a Israel, mientras Teherán acusa a EE.UU. de conocer el ataque inicial israelí del 13 de junio, aumentando el riesgo de una crisis regional mayor.