
Hay verdades que por muy amargas y pesadas que suenen al oído de los displicentes o irresponsables que han dejado de hacer, aquellos a quienes correspondía muchas tareas y funciones de gobierno, caen como una losa mortal, sí quien las pronuncia tiene toda la autoridad moral y espiritual para llamar la atención y hasta para recriminar el dañino «dejar de hacer las cosas» que caracteriza a este gobierno del PLR. El Cardenal Oscar Rodríguez, sin duda que es el líder hondureño con mayor entereza y valor para formularle a este como a gobiernos anteriores, su injustificable desidia para descuidar los asuntos prioritarios que al ser desatendidos atentan contra el bienestar y la salud de miles de hondureños.
El Gobierno de la Presidente Xiomara Castro debería hacerse un examen a conciencia del enorme déficit social que hereda y que se traduce en una deuda de graves consecuencias. Nunca como hoy el ramo de salud pública ha estado tan abandonado, especialmente en los dos últimos años de gobierno, al poner el ramo en manos de la doctora Carla Paredes, una profesional con una vocación populista mezclada con una intensidad de mentir, con lo cual cree que cumple con el deber de ayudarle a la Presidente Xiomara Castro a engañar a la población.
Los rotundos e inocultables fracasos de la administración del PLR, fueron descritos de una manera humana y sin ningún tipo de sesgo por el Cardenal Oscar Rodríguez. En la homilía del Cardenal Rodríguez hay un diagnóstico basado en hechos y resultados reales, no tergiversados. La situación de Honduras solo lleva a una conclusión no errada, ni inventada: a pocos meses de finalizar el Gobierno, no hay interés en atender los asuntos de Estado, la única obsesión es ganar las elecciones del 30 de noviembre a como dé lugar, para perpetuarse en el poder. La friolera de escándalos en las distintas esferas del gobierno que escapan a la luz pública por obra de la ambición desmedida de la misma militancia sectaria que asaltó el poder con el apetito atroz de enriquecimiento, muestran que el populismo del PLR, es un concepto de la politiquería practicada en la forma más abyecta.
La manera asquerosa como la diputada Isis Cuéllar ha revelado que actuaba como una mandamás regional, con amplios poderes para repartir los dineros del Estado a manos llenas entre sus colaboradoras y amistades, han puesto al PLR en la picota del manoseo y el robo descarado. La mala práctica no ha sido algo casual en el PLR, sino la norma de cómo se meten las manos en los fondos públicos para gastarlos en la campaña política de la «abogada» Rixi Moncada. La élite del PLR ha hecho historia al implantar la cultura de tener el tesoro nacional hasta donde les alcanza el deseo de dilapidar los dineros públicos.
Sin temor a equivocarnos, en el Gobierno de la Presidente Xiomara Castro se ha hecho mal uso de fabulosas cantidades de recursos que otros gobernantes anteriores no tuvieron a su disposición en tan solo cuatro años. Ningún otro presidente hondureño tuvo una partida confidencial, estratosféricamente multimillonaria, sin que los actuales organismos fiscalizadores del Estado puedan tener acceso para auditar el uso de estas sumas fabulosas, porque estando todas las instituciones controladas por el gobierno, ningún ente fiscalizador se atreverá a hurgar en las arcas confidenciales de la mandataria para darle cuenta al pueblo hondureño, especialmente a los contribuyentes, la forma en que doña Xiomara Castro usa las montañas de dinero que el Congreso le autorizo de manera inconcebible.
Hasta podríamos decir que el Cardenal Rodríguez se quedó corto en su reclamo, pero como en su condición de principal líder espiritual del pueblo hondureño, su oficio no es hacer escarnio de nada ni de nadie, ni siquiera tener la intención de pulverizar a los mayores manoseadores de dineros públicos en la historia del país, el Cardenal se remitió a hacer suyos los reclamos del pueblo hondureño, especialmente en materia de salud. La respuesta de la pequeña «ministrita» de Salud, Carla Paredes, es la clásica altanería fanfarrona de los populistas que no tienen límite para mentir. Y la reacción del titular de aduanas Fausto Cálix, es la esencia populista que tiene su epicentro en la corruptela, con la creencia de que asumen el poder para satisfacerse sus derechos, olvidándose de los deberes.
A medida que nos aproximamos al final del Gobierno de Xiomara Castro, ira aflorando una sarta de malos manejos de dineros públicos, porque como son más los disgustados dentro del PLR, los que no han podido meter las manos como querían, terminarán delatando a los afortunados que se han llenado las bolsas con grandes sumas. Mientras el pueblo, que un día tuvo esperanzas en el gobierno que prometió Xiomara Castro, al final se entera por diferentes medios que fue engañado por un partido populista que, en lugar de la comprensión y la solución, puso en marcha el modelo de la perversión.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 15 de julio de 2025.