El llamado de atención, casi un reclamo público, de la connotada revista especializada Insight Crime, al Ministerio Público de nuestro país, por su manifiesta indiferencia ante el último escándalo del narcovideo revelado en sus páginas hace ya varias semanas, deja al descubierto la justicia selectiva que prevalece en Honduras y el fracaso constante de los funcionarios electos para erradicar la corrupción de alto nivel cuando ello implica a poderosos aliados.
Tratándose de una publicación que goza de una enorme respetabilidad en todo el mundo como Insight Crime, un órgano independiente no financiado por ningún gobierno, sus denuncias son tomadas en cuenta por los aparatos de justicia de varios países, donde las investigaciones de esta revista sirven de fundamento y a veces complementan las acciones de los fiscales de EEUU, especialmente. Si bien sus reportajes e investigaciones no tienen carácter vinculante con el trabajo de los fiscales, el hecho de que se convierta en un espejo donde los fiscales pueden encontrar detalles importantes para concretar su trabajo, es sumamente significativo. Insight Crime no publica cualquier rumor callejero ni da crédito a especies que se hacen correr en los mentideros de las sociedades. Sus reportajes son el producto de investigaciones rigurosas que les toma mucho tiempo a sus redactores e investigadores.
En nuestro deteriorado Estado de Derecho, este se convierte en una construcción teórica que aunque conserve de hecho el predicamento legal, jurídicamente se vuelve invisible e inservible cuando los poderes de todas las instituciones han sido cooptados por una sola persona que centraliza todos los poderes del gobierno y del partido gobernante, como sucedía en los tiempos de la antigua Roma, cuando un emperador tenía todos los poderes en sus manos y de sus decisiones dependían las vidas de millones de personas.
Conforme la denuncia formulada por Insight Crime, hoy, uno de los rasgos definidores de nuestro marco democrático es que las instituciones no cuentan con la garantía de independencia efectiva de quienes, por administrar justicia, para el caso, integran un Ministerio Publico que está al servicio del gobierno y del alto mando del partido gobernante PLR. Un fiscal general en esa situación, asentado solo en obedecer la voz de mando del que lo puso en el cargo, actúa como un funcionario político al servicio del gobierno, y no de acción inquisidora e investigadora para descubrir a los autores de los delitos, más bien el fiscal general para vergüenza propia, para vergüenza del país y para vergüenza de todos los hondureños, como titular del Ministerio Público, mantiene a esta institución en una posición de dependencia tan lamentable y calamitosa como lo está el mismo señor Johel Zelaya.
A eso se debe que no ha tomado ninguna acción para dictar orden de captura a los destacados miembros del PLR que aparecieron en el narcovideo, más sin embargo, el fiscal Johel Zelaya no descansa poniéndole precio a la cabeza del Gral. Romeo Vásquez, por un delito que no cometió según un peritaje forense imparcial, llegando a la infamia de propiciar un peritaje amañado, con montajes deliberados, para involucrar al señor Vásquez Velásquez en algo parecido al narcovideo original.
No hay duda que Insight Crime se ha encargado de desnudar la debilidad congénita del fiscal general Johel Zelaya, que en los tres años y medio de gobierno del PLR, se ha caracterizado por hacer añicos la garantía capital del principio constitucional de legalidad, enlodando el rol de los poderes públicos en la arbitrariedad, de manera que la unidad del ordenamiento jurídico fundada en los valores superiores de libertad, justicia, igualdad y pluralismo político es cosa del pasado.
En ese terrible horizonte, el Ministerio Público con un fiscal general que esta solo para hacerle los mandados al coordinador del PLR, actúa como un perrito faldero, atado a las enaguas del gran líder del PLR, que es el responsable de que el fiscal Johel Zelaya imparta justicia de una manera selectiva, como se lo demostró la prestigiosa revista Insight Crime.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy viernes 30 de mayo de 2025.