UNA EDUCACIÓN FÁCIL Y MEDIOCRE

La desaparición de la UNAH de los ranking académicos internacionales es una prueba irrefutable, de que, al haber caído la máxima casa de estudios, víctima de la entronización de la política vernácula sectaria del PLR, el destino que le depara es caer en picada libre por el despeñadero por la politización. El hecho de que el actual rector Odir Fernández sea otro producto más de la monopolización de las instituciones por parte del PLR, evidencia la triste realidad de lo que le sucede a todo país que se deja capturar por un gobierno populista. Carlos Zelaya, siendo secretario del Congreso Nacional, a pesar de no tener una carrera universitaria de peso, tuvo la osadía de llegar al piso superior de la Universidad Nacional, contando con el apoyo de varios miembros del Consejo Universitario que se doblegaron y aceptaron supeditarse ante el poder político y económico del PLR, aunque eso significara entregar el destino de la UNAH a la mediocridad y a la inmoralidad.

Con la llegada de Odir Fernández a la Rectoría del alma mater, la principal casa de estudios sufrió una degradación en el campo de la enseñanza, a la vez que abandonó el área de la  investigación, que es fundamental en todo centro de estudios superiores del planeta, de manera que con este nuevo rector impuesto por Carlos Zelaya, con la vergonzosa complicidad de varios miembros del Consejo Universitario, la máxima casa de estudios, al haber abandonado las áreas esenciales se convirtió en una estafa a los jóvenes, que no pueden esperar gran cosa de esta Universidad Nacional completamente degradada.

Lo que hizo el PLR y su dirigente Carlos Zelaya Rosales, fue rebajar el nivel de exigencia y dedicación de los estudiantes y profesores, equiparándola en los mínimos esfuerzos y desanimando a los que aspiran los máximos sacrificios, con lo cual nuestra principal universidad ha caído en los más bajos niveles de rendimiento, de manera que lo que cosecha ahora en su campus es atorrancia, permitiendo que la candidata del PLR, Rixi Moncada la ocupe con frecuencia como un escenario de campana electoral, así que, el campus universitario que debería brillar por el estudio hoy es otro escenario al servicio del partido de gobierno, donde la candidata Rixi Moncada llega a predicar sus discursos que nada tienen que ver con el impulso de una nueva mentalidad en la juventud, para superarse en base al esfuerzo y sacrificio que impone una educación con rigor.

Odir Fernández no comparte con este ultimo estilo universitario, como todo buen bohemio del PLR le gusta el jolgorio y la farra, le encanta exhibirse bailando mal como lo vimos recientemente en las redes, y aunque bailar no es nada malo, es reprochable ocupar el campus universitario solo para este pasatiempo, practicándolo con mal gusto, demostrando que su preocupación no es la educación superior, ni la investigación, tampoco impulsar el desarrollo cultural, y la consecuencia de esto, que es la perdedera de tiempo, es el tipo de ocupación del rector Odir Fernández, cuya llegada a la Rectoría ha sido una desgracia para el alma mater.

El modelo educativo que está llevando a cabo la máxima casa de estudios en la Rectoría del joven Odir Fernández lleva a la principal universidad hondureña de fracaso en fracaso, y a los hechos nos remitimos. La UNAH había venido calificando en los ranking académicos superiores, debido a que las autoridades anteriores motivaban a los profesionales universitarios a presentar y registrar sus trabajos de investigación. A eso se debía que cada ano la principal universidad hondureña aparecía orgullosamente en los ranking académicos internacionales, un hecho que prestigiaba a Honduras, porque en medio de nuestro subdesarrollo era un logro extraordinario que nuestro país tuviera una pequeña luz encendida en el escenario del sistema educativo internacional.

Obviamente que no es ningún orgullo que la UNAH aparezca en el ámbito académico con el nefasto historial de estar rectorada por un profesional que fue impuesto por el exsecretario del Congreso, Carlos Zelaya. El caso del nombramiento del rector Odir Fernández a todas luces es un engaño funesto, producto de la ignorancia de aquellos malos políticos que están preocupados por tener el control de todas las instituciones del país, y en esto no tuvieron el cuidado de dejar a la UNAH como una excepción, siquiera para garantizar una educación fuera del sucio impacto de la política practicada por el PLR, cuya única visión es la de controlar todas las entidades del país. A lo que se prestó el licenciado Odir Fernández, porque su obsesión de ser rector superó a la necesidad de tener una universidad fuera de los controles políticos nefastos.

Hoy, con la caída en picada de la UNAH, al quedar fuera del ranking académico internacional, subyace el prejuicio izquierdista-populista, que está contra el esfuerzo en el estudio, el valor del mérito y la virtud de la excelencia. Todo este cumulo de rigor, que según el diputado Rasel Tomé no es necesario, porque la UNAH es la universidad del pueblo, donde deben entrar todos los que quieran, sin realizar prueba alguna de admisión que identifique quien está preparado y quien no lo está, para optar a una carrera universitaria. De manera que a la UNAH puedan entrar hasta los más burros, con las consecuencias que ya empezamos a ver. La UNAH antes brillaba algo en el ranking académico internacional, hoy es una universidad que refleja lo fácil y lo mediocre. Por eso hoy no tiene ni siquiera un milímetro de reconocimiento internacional. Así, el PLR nos demuestra que todo lo que captura y controla lo destruye, incluso la máxima casa de estudios.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 24 de junio de 2025.