¡RUSOS GO HOME!

El fin de semana anterior el pueblo de Moldavia, país del antiguo imperio soviético, dio una soberbia lección al imperialismo ruso al votar mayoritariamente para que los gobierne un partido democrático, de cara a las reformas y al futuro europeo, en un contundente rechazo a la presión y al intervencionismo de Rusia. El primer ministro moldavo Dorin Recean había advertido que Rusia estaba gastando cientos de millones de euros para controlar el poder en Moldavia por medio de una elección parlamentaria que podría frustrar los intentos democráticos de Moldavia. El domingo anterior fueron las elecciones para elegir a un nuevo parlamento de 101 escaños, en una votación que resultó un enfrentamiento entre Rusia y los países del sistema Occidental.

La reciente elección en Moldavia fue una campaña electoral entre los moldavos que apoyan la democracia y una descarada presencia rusa en Moldavia, que no tuvo empacho para hacer política en un país que ya no pertenece a la órbita soviética. El primer ministro moldavo Dorin Recean acusó al Kremlin de intentar tomar el poder en Moldavia, violando la voluntad soberana del pueblo moldavo. Los rusos orquestaron un esquema de compra de votos a gran escala, realizando más de mil ciberataques a las infraestructuras gubernamentales de Moldavia, llevando a cabo un plan para incitar disturbios en torno a las elecciones y una extensa campaña de desinformación en línea para influir en los votantes.

El cambio geopolítico de Moldavia hacia los países de Occidente en los últimos años, ha irritado a Rusia, que quiere recuperar a Moldavia que fue una República soviética hasta que se independizo en 1991. A raíz de la invasión rusa a Ucrania en 2022, Moldavia ha buscado unirse a la UE, logrando hasta ahora el estatus de «candidato». Desde entonces, Rusia ha iniciado una guerra silenciosa contra Moldavia mediante la intervención en sus elecciones, hasta el financiamiento ilícito de partido prorrusos. No obstante, toda la intervención rusa, la mayoría de los moldavos eligieron la democracia y apoyaron al partido PROUE con una clara mayoría, eligiendo el futuro europeo y rechazando la presión y el intervencionismo ruso.

El caso reciente de Moldavia debe servir para abrirnos los ojos a los hondureños, al encontrarnos a dos meses de celebrar nuestras elecciones. El PLR ha solicitado al CNE que se le permita a Rusia actuar como observadores de las elecciones, pero igual que en Moldavia, una vez acreditados, los rusos cumplirán otro papel que va más allá de la simple observación. Rusia tiene una gran capacidad distorsionadora y LIBRE puede valerse de los rusos para interferir en el resultado electoral. Rusia no tiene ningún interés que defender en nuestro país, pero por la rivalidad con EEUU se le hace necesario aceptar la invitación de LIBRE que está haciendo acopio de todos los recursos y aliados que le pueden aportar maniobras para ganar las elecciones en forma fraudulenta.

El CNE no debe aceptar la presencia rusa en nuestras elecciones, sencillamente porque los rusos no tienen nada que aportar que no sea la maldad de perturbar el proceso electoral hondureño. Y eso es lo que busca el Partido LIBRE (PLR) al solicitar al CNE que se apruebe la solicitud de Rusia para que se admita su presencia como observador. En Honduras hay presencia rusa desde hace dos años, miembros del cuerpo diplomático europeo los han identificado. Para los rusos, igual que para el PLR, la democracia es un estorbo para la «voluntad popular en el modelo populista». Los rusos han aceptado la invitación del PLR porque su objetivo es ayudar a sus camaradas hondureños de LIBRE a consolidar el camino hacia el absolutismo y el totalitarismo.

Rusos y LIBRE, juntos, codo con codo, son una mancuerna de distorsión. Si el CNE llegara a aceptar la presencia de los rusos como observadores, seria poner nuestras elecciones en las manos del demonio del fraude. Los hondureños no queremos a los rusos de ninguna manera en el proceso electoral de noviembre. Lo ocurrido recientemente en Moldavia debe servirnos de escarmiento; los moldavos le dieron un portazo a los rusos al rechazar su intervencionismo, y votando por amplia mayoría por el partido que confía en Europa.

Para los hondureños son confiables el Centro Carter, la Unión Europea y otros observadores internacionales que son declarados partidarios de la democracia. Rechazamos enérgicamente la presencia de los rusos en nuestras elecciones. Parodiando a la consigna de la izquierda cuando se opone a la presencia de EEUU, le damos vuelta a la tortilla y gritamos: ¡RUSOS, GO HOME! O lo que es lo mismo: RUSOS, VÁYANSE A CHINGAR A LA M… ¡MOSCÚ!

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 1 de octubre de 2025.