REVELACIONES PREELECTORALES

Para demostrar que el gran culpable del estruendoso fracaso electoral del PLR es su coordinador Mel Zelaya, tengo que explicar algunos antecedentes de mis ocasionales encuentros con el expresidente. Aclaro: no me considero enemigo de Mel Zelaya, solo soy adversario de sus ideas políticas locas, que, como se lo dije alguna vez en el 2008, no son buenas para Honduras, no son buenas para mí y mi familia y por lo tanto, no son buenas para él y su familia. En noviembre del año pasado, a través de un buen amigo, se facilitó una conversación con Mel Zelaya. En un ambiente cordial y afable conversamos más de dos horas sobre temas del pasado, de salud y del país. En un principio me inquietó un tanto que me rechazara el apretón de manos, prefirió venirse sobre mí con un abrazo de oso que me sorprendió.

Hablamos algo sobre nuestros estados de salud, nos conocemos con Mel desde mayo de 1978, fuimos vecinos por una semana en la colonia Satélite de Tegucigalpa, cuando él llego a vivir frente a mi casa, yo estaba en vías de mudarme a la colonia La Primavera, buscando aproximarme más a mi centro de trabajo en la radio. En 1986, después del atentado con explosivo C-4 que me hicieron los militares de ese año, me toco comprarle madera caoba para reparar mi casa seriamente dañada. En el 2005, cuando dos buenos amigos, uno de ellos ya fallecido, me proponían que aceptara la candidatura del PL, Mel y Rixi Moncada me visitaron para preguntarme si era cierto que había aceptado ser candidato por el PL con el apoyo de don Rafael Ferrari y Carlos Flores. Al responderle que había declinado la honrosa propuesta, lo incite a que se lanzara para ser candidato del PL, que de mi parte no tuviera cuidado porque una candidatura presidencial no entraba en mis planes.

Desde ese momento son pocas las veces que hemos hablado con Mel Zelaya, la de noviembre pasado fue muy especial, porque al haber mantenido una crítica constante a su gobierno no creía que estuviera interesado en hablar conmigo. Lo toral de esa conversación, que puede interesar al público, es que, en un momento dado le sugerí que debía cambiar de candidato si LIBRE quería tener una opción de triunfo. Le reitere que con Rixi Moncada no tenía ninguna posibilidad de ganar, su rictus desagradable provocaba desagrado en la gente y su discurso chocarrero y ramplón incitaba a no prestarle atención. Le dije a Mel Zelaya tres veces que Rixi no pasaba en el gusto de la gente y tres veces me reiteró Mel que Rixi sería la ganadora. A la tercera respuesta me atreví a decirle que si hablaba en ese tono es porque la tenía arreglada y entonces, Mel cambio la conversación.

Me cuentan otros amigos que también le sugirieron a Mel que buscara otro candidato, pero igual, Mel les reiteró que Rixi ganaría. Es obvio que al recibir tanta retroalimentación sobre el mal ambiente que tenía Rixi Moncada como candidata, la persistencia de Mel para jugarse su futuro político con Rixi solo podía radicar en los mecanismos de fraude del chavismo, en los que Mel Zelaya confiaba para ganar las elecciones de manera amañada, como lo informó a la Corte del Distrito Sur de Nueva York el general «El Pollo» Carbajal, exmiembro del Cartel de «Los Soles». Tomando en cuenta la obstinación de Mel Zelaya en mantener a Rixi Moncada como candidata, sobre él recae la mayor responsabilidad del desastre electoral de su partido, algo que presentían algunas piezas políticas importantes del PLR como Rasel Tomé, quien en el 2022 se jugó un gran papel que en algun momento lo llevará a enfrentar la justicia al haber roto el protocolo del Congreso Nacional para imponer por la fuerza, de manera arbitraria a Luis Redondo como presidente usurpador del parlamento.

En las diferentes esferas del PLR, el falso mito erigido en Mel Zelaya, al que cierta vez un dirigente pueblerino lo calificó como «constructor de victorias», se derrumbó por la vapuleada electoral del 30 de noviembre; la gente del PLR que antes estaba dispuesta a cualquier cosa por Mel, hoy lo ven como un retrato irregular y desdibujado, buscando refugiarse en una diputación regalada para blindarse de una posible extradición de EEUU. Ya no es aquel Mel Zelaya víctima de su propio golpe del 2009, que al final de cuentas fue un contragolpe al golpe que Mel fraguaba para crear las condiciones para convocar una asamblea nacional constituyente, que ha sido su razón de vivir desde el 2009.

Rasel Tomé ha sido certero al atribuirle a Mel Zelaya y Xiomara Castro la responsabilidad del fracaso electoral del PLR. En lo personal, me precio de haberle dado un buen consejo a Mel Zelaya en la reunión que tuvimos en noviembre del año pasado. Tres veces le expresé a Mel Zelaya que al escoger a Rixi Moncada como candidata se había equivocado, y tres veces me respondió Mel que Rixi ganaría. Con la vapuleada que le dimos los electores el domingo pasado, creo que Mel Zelaya comprendió demasiado tarde que no es a golpe de impulsos circunstanciales personales como puede abordarse la delicada cuestión de seleccionar a un candidato presidencial. 

Un partido que funciona como propiedad familiar, donde el candidato presidencial no surge de la voluntad de las mayorías sino de la intuición y el deseo del propietario, no tiene futuro. Y para convertir al PLR en un partido democrático, primero tienen que desaparecer Mel Zelaya y su familia, que ahora ni siquiera gozan del afecto de los olanchanos.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 9 de diciembre de 2025.