El diputado Luis Redondo no está para hacerle grandes favores al gobierno, su mentalidad ratonil es típica de los antiguos gambusinos, buscadores de metales preciosos, que terminaban esquilmando con piedras doradas extraídas de los ríos como si fueran pepitas de oro, pero, cuando los compradores comprobaban que era un timo, terminaban pidiendo la presencia de la Policía para capturar a los estafadores. Redondo hace un papel más o menos igual en el ámbito del Congreso Nacional, es un timador que pretende tapar agujeros que no tienen remedio, y en esto le hace un favor tan flaco al gobierno, como cuando le promete a la Presidente Xiomara Castro que puede lidiar con la oposición sin negociar, echándoles el baldón de la CICIH, que es algo que ya no tiene remedio, porque aunque la ONU extienda muchas prorrogas para que el gobierno insista en vendernos a los hondureños, que no descansa en ningún momento por traer la cacareada comisión contra la corrupción y la impunidad, lo cierto es que, mientras no se corrija la carretada de ilegalidades cometidas en el Congreso Nacional, no habrá forma que la pachorruda ONU se interese por avalar la instalación de la CICIH.
En la sesión de ayer los diputados de oposición plantearon que, solo apoyaran la instalación de la CICIH si en el Congreso revisan el decreto que dio paso al «Pacto de Impunidad», que liberó a varios exfuncionarios públicos de sentencias por diversos actos de corrupción, a lo cual se opuso el presidente usurpador de la Cámara, Luis Redondo. Esto remite al fracaso cualquier gestión que haya realizado la Presidente Xiomara Castro, porque Redondo lo que hizo fue enviar el peor de los mensajes a la ONU, porque este organismo lo que exige para instalar la CICIH es que se hagan varias rectificaciones de medidas ilegales adoptadas en el Congreso, en abierta violación a las leyes, comenzando por la elección arbitraria de la junta directiva que, en tal situación sigue funcionando como una directiva usurpadora de funciones.
Por otro lado, en la ONU conocen perfectamente en que consiste el «Decreto de Amnistía» aprobado en el 2022 y el marco en que se hizo, que en su contexto ilegal constituye un «Pacto de Impunidad» que es la sinrazón absoluta a la que deberá poner coto la CICIH, en caso de que fuera instalada por la ONU. Cuando el diputado Redondo se convierte en el escudero de la ilegalidad, desde su condición de usurpador de la Presidencia del Congreso, le lanza un baldón a la Presidente Xiomara Castro, porque dada su manifiesta incapacidad de negociar con la oposición se fue por la ruta más fácil que es la de actuar con arrogancia, echándole la culpa a la oposición de oponerse a la instalación de la CICIH.
Esto es porque el diputado Luis Redondo, al tener menos de dos dedos de frente, no le alcanza para discernir que la generalidad de los hondureños ya tiene procesado en su cerebro que es el «Pacto de Impunidad» y que, aunque se barnizó como un «Decreto de Amnistía» fue nada más un paso eufemístico, para engañar a la gente de que estaban salvando a exfuncionarios de una persecución política, aunque los procesados fueron encausados por delitos de corrupción que implicaban saqueos de dineros públicos, que son atinentes al Derecho Penal. El diputado Redondo, que no es abogado y que es atizado para irse por la tangente de la ley, por profesionales que se extravían en el entreverado sectarismo, pretende salir airoso queriendo engañar en primer lugar a la Presidente de la República, y en segundo lugar a todos los hondureños, endosándole a la oposición la culpa de que la ONU al final no otorgue el aval a la CICIH.
Por supuesto que la Presidente Xiomara Castro, aunque cree tener en el diputado Redondo un mandadero de altos vuelos que puede batirse con los diputados de oposición, debe saber que lo que hizo el presidente usurpador del Congreso, es lanzar el peor mensaje a la ONU, porque al no aceptar revisar el «Decreto de Amnistía», que es uno de los requisitos que exige el organismo internacional, le puso la tranca a la única posibilidad de instalar la CICIH. Otra cosa hubiera sido que Redondo hubiera negociado con la oposición, sin tener que buscar una salida ramplona y estúpida como es decirle a la ONU que el Congreso no está dispuesto a revisar el «Decreto de Amnistía».
Esto pasa porque el diputado Luis Redondo, desde que asumió en forma ilegal la Presidencia del Congreso Nacional, no ha sido capaz de lograr acuerdos con la mayoría de diputados que conforman la oposición. Querer arreglarlo todo actuando como un funcionario nazi, imponiendo con una arbitrariedad que retrata a Redondo como un dictadorzuelo, le pasara al Gobierno de la Presidente Xiomara Castro la costosa factura de dejarla en evidencia, que en el fondo lo que busca es, mediante una táctica dilatoria, ganar tiempo para distraer al pueblo hondureño en esta etapa electoral, usando la gestión de la llegada de la CICIH como un atractivo elemento de campaña.
Algo que se vino al suelo con la salida mediocre de Redondo, al actuar como pillo de barriada, echándole la culpa de su manifiesta incapacidad a los diputados de oposición, cuando él es el gran culpable de torpedear la última posibilidad de instalar la CICIH.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 19 de junio de 2025.