
El usurpador presidente del Congreso Nacional, diputado Luis Redondo, utilizó la cadena nacional para darse un baño de legalidad que no le sirve para lavarse la costra de ilegalidad que expide un tufo de repudio por donde camina y en los lugares donde se presenta. Quiso alinear a su favor un conjunto de artículos de la Constitución y del Reglamento Interno del Congreso Nacional, para lucirse como un hábil leguleyo, pero hizo el ridículo y de nuevo se convierte en el hazmerreír de la política, escenario donde todos los hondureños saben que Redondo es un títere carísimo, que está para acatar los mandados que le pone Mel Zelaya.
Todo lo que expuso Redondo en la cadena nacional son barrabasadas propias de un dictadorzuelo, que ni siquiera llega a aprendiz de dictador, porque si quiere hablar de cumplir la Constitución de la República, lo remitimos al articulado del reglamento interno del Congreso que establece el protocolo parlamentario para elegir al presidente del Congreso Nacional y al resto de la directiva. En enero del 2022, el pleno del Congreso Nacional eligió al diputado Jorge Cálix y el resto de la directiva conforme a Derecho, con la votación de 86 diputados propietarios, siendo debidamente juramentados por el secretario de Gobernación del gobierno saliente como lo exige la ley. Acto seguido, lo que sobrevino fue una avalancha de arbitrariedades, el diputado Rasel Tomé, secundado por una horda de vándalos del PLR, se tomaron la mesa principal y a fuerza de golpes desalojaron a los directivos legalmente electos, y haciendo gala de una barbarie preñada de salvajismo fue juramentado por el diputado Rasel Tomé, sin tener este las facultades para el acto de juramentación del presidente de la Cámara.
Entonces, de qué clase de respeto a la Constitución, puede hablar el diputado Luis Redondo, si él es producto del acto ilegal más grande que ha habido en la historia de Honduras, y del que se valió para usurpar la Presidencia del Congreso, por lo que tiene garantizada una pena de 25 años de prisión. Desde ese momento todos los actos que celebro el diputado Redondo han sido una verdadera cascada de ilegalidades, una monstruosidad antijuridica que tiene que estar registrada en los escenarios superiores de la política internacional, como la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de EEUU, el Departamento de Estado del Gobierno de EEUU, en la Unión Europea, y demás niveles internacionales, donde deberán estar sorprendidos que algo tan monstruoso haya sido aceptado por los sectores políticos hondureños de oposición, que apenas hicieron algunos amagos de rechazo, pero sin llevar sus acciones a producir consecuencias como debió haberse hecho.
Es casi seguro que detrás de la pantomima circense que protagonizo el diputado Luis Redondo, para lo que abuso al utilizar una cadena nacional, que por ley es una poderosa herramienta destinada para asuntos de emergencia nacional, hay otro propósito festinado, de carácter politico, urdido por el PLR, que bajo el mando de Mel Zelaya está haciendo acopio de todos los recursos subterráneos, con el apoyo del pensamiento de asesores venezolanos, cubanos, mexicanos y de otros países, expertos en crear un situaciones caóticas que son clave para lograr objetivos antidemocráticos como interrumpir el proceso electoral, debido a que la candidata del PLR, Rixi Moncada, una persona antipática por los cuatro costados, no ha logrado cuajar en el electorado, de manera que en las elecciones no podrá sobrevivir a la avalancha de votos que se anticipa como castigo al desgobierno del PLR.
De manera que, cuando se expone a un monigote a que haga el ridículo hablando de defensa a las leyes siendo un empedernido violador de la ley y la Constitución, es solo para usarlo como una cortina distractiva, para que todos concentremos nuestra vista en su aparición disparatada en la cadena nacional, mientras el verdadero trasfondo puede ser algo grave con lo que se busca trastocar más de lo que ya está el Estado de Derecho. Porque, como puede estar preocupado por preservar el Estado de Derecho, alguien que acepto usurpar la Presidencia del Congreso Nacional, mediante un golpe artero a la Constitución de la República, que eso y no otra cosa fue lo que se hizo para imponer al diputado Luis Redondo como un usurpador de la Presidencia del Congreso Nacional.
Por lo demas, el descaro y la socarronería exhibida por el diputado Luis Redondo, al abusar de la cadena nacional para anunciar otra de sus ilegalidades, lo distingue como un malandrín de la política. Napoleón definió de la mejor manera a esta clase de personas, «quieres conocer a un ruin, dale poder a un malvado». Allí tienen la mejor definición del diputado Luis Redondo.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 10 de junio de 2025.