Cuarenta y cinco años después de haber recuperado el orden institucional, tras una larga historia de gobiernos de facto dirigidos por los militares, los hondureños estamos casi igual que al principio de los 80, saliendo de un embrollo inconstitucional, lleno de gobierno violadores de la ley, para caer en manos de un gobierno populista, con todos los ribetes del fascismo, radicalmente inaceptable, como es LIBRE, que pudo habernos destruido la democracia, pero que los electores pudimos enfrentar con entereza hasta dejarlo tirado en la lona, al haberle propinado una soberbia paliza electoral. La noche del 30 de noviembre resulto épica para la historia política de Honduras, porque fuimos los electores los que nos enervamos para sacar del poder de una patada electoral a un partido dirigido con una mística dictatorial que amenazaba con destruir nuestra democracia.
Hasta ahora todo parecía ir de maravillas, una vez sacado a LIBRE del poder en donde pensaba echar raíces, igual que lo hicieron los hermanos Castro en Cuba y Hugo Chávez en Venezuela. Pero infortunadamente surge lo que siempre ha habido al final de todas las elecciones, el pelo en la sopa, que son los malditos arreglos que hacen ciertas elites de los partidos democraticos para hacer reparticiones ilegales de diputados que no han salido electos, pero cuya presencia es considerada como necesaria para los objetivos politicos particulares. Desde ayer empezó a circular en los mentideros de la política, que los malditos arreglos ya empezaron a cobrar vida. Mel Zelaya quiere a la fuerza tener 8 diputados más que no han sido electos en el PLR, porque los aspirantes de ese partido no alcanzaron el respaldo necesario para ser electos como diputados.
La preocupación de Mel Zelaya es tener 42 diputados, mientras que hasta ahora los votos del PLR apenas ajustan para tener 34 diputados, y para Mel Zelaya es imprescindible que su partido tenga 42 diputados en el Congreso, porque eso le permitirá impedir que los partidos democráticos tengan la mayoria calificada, que alcanzan hasta ahora los partidos Liberal y Nacional. Para alcanzar los restantes 8 diputados, no electos, Mel Zelaya busca que las elites de los partidos democráticos acepten movimientos de votos en los momentos que se hace el conteo en el CNE. En lo interno del PLR en SPS hay un profundo malestar, porque se les quiere mermar los votos a las diputadas de ese partido que resultaron electas, para pasárselos a Luis Redondo, en un flagrante menoscabo a la voluntad de los electores del partido gobernante.
Esta situación, al solo trascender como rumor, ha provocado indignación no solo en lo interno del PLR, sino en el resto de la ciudadanía sampedrana y la ciudadanía hondureña en general. Redondo es un personaje indeseable, su trayectoria ha estado manchada y plagada de violaciones a la ley. Su ascenso a la presidencia del Congreso fue en mala lid, al ser impuesto en forma violenta y arbitraria por el diputado Rasel Tome y un grupúsculo de radicales de LIBRE, quienes sacaron a empellones, golpes y patadas a la directiva que resulto electa por el pleno conformado por 86 diputados, conforme lo establece la Constitución de la República.
Es inaudito que ciertas elites de los partidos democráticos estén de acuerdo en complacer a Mel Zelaya para que tenga 42 diputados, cuando su electorado solo les permitió obtener 34 legisladores. El PLR ya no tiene de dónde sacar votos como para que se le quiera premiar con más diputados que no resultaron electos porque no obtuvieron el respaldo electoral necesario. Este arreglo, al tiempo que es inaudito, es de suma gravedad, porque el PLR fue vencido en las urnas de manera contundente. Esto no es asunto de consolar a Mel Zelaya para calmarle los nervios al saberse derrotado, sin alcanzar los diputados que le convienen. Los electores exigimos a las elites de los partidos que no jueguen con la dignidad del gran pueblo hondureño.
No aceptaremos que estos juegos sucios de los politiqueros, a la vieja usanza de la política de antaño, cuando mediante la «operación borrador» se quitaba a unos que habían sido electos, para poner a otros que no obtuvieron el suficiente respaldo electoral, se siga empleando para satisfacer los intereses de los cabecillas politicos de los partidos tradicionales. Esta chanchada es inaceptable para el gran pueblo hondureño que ha sido el verdadero baluarte en la épica victoria del domingo 30 de noviembre, en la que se derroto al proyecto socialista autoritario del PLR. Pero si las elites de los partidos Liberal y Nacional se empeñan en celebrar esta maniobra ilegal y antidemocrática, la sociedad hondureña comparecerá con el apoyo de varios diputados, para que el diputado Luis Redondo sea sometido a juicio politico, para que responda por sus diferentes delitos cometidos: usurpar la presidencia del Congreso Nacional durante 4 años, abusar desde esa posición ilegal para efectuar nombramientos en cargos que resultaron enlodados por el presidente usurpador.
El partido PLR ya no tiene caudal electoral para reclamar votos, Mel Zelaya lo sabe y solo cruzando la línea recta de la ley, con el apoyo de ciertas elites del PL y PN, es que podría llegar a los 42 diputados, incluyendo al indeseable transgresor de la ley, Luis Redondo. El repudio de los ciudadanos sampedranos para Redondo quedo demostrado el domingo 30 de noviembre. El absoluto repudio que le manifestaron los sampedranos el propio día de la elección fue demasiado elocuente, un rechazo total a su presencia en el local donde le toco votar.
Quienes quieren colar a Redondo indebidamente, en forma ilegal, están actuando como delincuentes. Redondo ya no tiene ninguna forma de entrar en la lista de los 20 diputados por Cortes, y los que quieren avalar su incorporación por Cortes deberán atenerse a las consecuencias que les sobrevendrán, aparte de la aplicación de la ley, tendrán el castigo de la vindicta pública que los condenara de por vida como delincuentes electorales por contribuir a burlar la voluntad de los electores.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 4 de noviembre de 2025.