LOS CAPÍTULOS DE LAS FFAA

Las instituciones como las FFAA tienen diferentes capítulos a lo largo de su historia, no todos escritos en el mejor orden, incluso algunos de ellos muy oscuros que no enorgullecen a quienes las dirigieron en esos momentos. De lo que conocemos, porque vivimos esa época, recordamos el aciago momento en que la institución castrense, presidida por el entonces Cnel. Oswaldo López Arellano, derrocó al gobierno constitucional del Presidente Ramón Villeda Morales, en circunstancias bastantes complejas, cuando nuestro país recién había salido de la dictadura de Tiburcio Carías Andino. El derrocamiento de Villeda Morales, que fue un verdadero Golpe de Estado, marcó el inicio de un largo período sombrío de las FFAA, porque a partir de ese momento a los militares les entró la fiebre por presidir la vida pública, con una intensa ambición por el enriquecimiento.

López Arellano se convirtió en el hombre fuerte de Honduras por largos 12 años, desde 1963 hasta 1975, habiendo protagonizado dos golpes de Estado, hasta que fue separado por el Consejo Superior de las FFAA en marzo de 1975, al resultar involucrado en el soborno bananero pagado por la United Brands por un millón 250 mil dólares. Le sucedió el Cnel. Juan Alberto Melgar Castro, quien, a la vez, por ser tentado por las ambiciones de poder, fue separado por las mismas FFAA en 1977 y en su lugar asumió un triunvirato militar que presidio el Cnel. Policarpo Paz García. En este último periodo, las FFAA fueron penetradas por el narcotráfico, cuando al menos cuatro altos oficiales resultaron mencionados en investigaciones realizadas por la DEA.

Sin embargo, fue en la etapa de Paz García, cuando las FFAA, al acusar un desgaste que erosionó en forma visible el prestigio ganado durante la guerra con El Salvador, decidieron replegarse a los cuarteles y entregar la conducción de la vida pública a los partidos políticos. A partir de entonces, las FFAA aparecieron en el panorama nacional actuando solo como árbitros o amigables componedores, cuando los políticos, cegados por las ambiciones se enredaban en conflictos, como aconteció en el gobierno del Presidente Roberto Suazo Córdova, al querer sumar dos años más a su período constitucional. La intervención de las FFAA, presididas por el Gral. Walter López Reyes, fue factor importante para que los políticos, especialmente los liberales, encontrarán una salida que culminó con la elección del Ing. José Azcona Hoyo.

Quizás el capítulo más candente y decisorio en la vida de Honduras ocurrió en el 2009 cuando el entonces Presidente Manuel Zelaya Rosales demostró el deseo de perpetuarse en el poder con la invención del proyecto denominado «Cuarta Urna», con el que pretendía instalar una asamblea nacional constituyente, evento que por ser inconstitucional fue prohibido por el Poder Judicial, correspondiendo a las FFAA ejecutar una orden de captura contra el Presidente Zelaya Rosales, por desacato a una orden del juzgado presidido por el juez Jorge Zelaya, que resolvió prohibir la celebración de la «Cuarta Urna» por violar la Constitución de la República. 

Desde ese tiempo hasta hoy, las FFAA mantuvieron una conducta que ha sido reconocida por su apego a la Constitución, hasta que llegamos al período del Gral. Roosevelt Hernández, quien en forma desfachatada ha manifestado una conducta jamás observada en las FFAA. Su inclinación al proyecto populista del PLR es inocultable, su última declaración a los medios afines al Gobierno del PLR constituye una confesión axiomática. Con un descaro propio de los individuos cínicos, Roosevelt Hernández pretende distorsionar la función de las FFAA a su entera conveniencia personal, afirmando que el papel de los militares es ejecutar las decisiones que tome el poder político. Con esto, Roosevelt Hernández le falta el respeto a la Constitución que ordena que los militares sean apolíticos. Y traiciona a la Carta Magna al haberse prestado al boicot de las Elecciones Primarias el pasado 9 de marzo. Igual que, al confesar que los militares están para servir al poder político, contraviene la orden constitucional que les establece a los militares la obligación de mantener el imperio de la Constitución, los principios del libre sufragio y la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República.

Este último capítulo de las FFAA bajo el mando de Roosevelt Hernández, se avizora como el más oscuro entre todos los malos tiempos que ha vivido la entidad castrense, porque, además como institución corre peligro, al sumarse como apéndice de un proyecto político populista, que por tradición de otros proyectos similares en otros países, terminaría absorbiendo todos los haberes de la institución militar para ser administrados por una cúpula más política que militar, como acontece en Cuba, Venezuela y Nicaragua. 

Contra esta amenaza, los oficiales son los primeros llamados a defender la vida institucional de las FFAA, y luego toda la comunidad militar, incluso los llamados oficiales en condición de retiro.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy viernes 20 de junio de 2025.