
Hay que recuperar la carrera militar, que, como tal, hoy ya no existe en Honduras, porque desde el momento en que el alto mando de las FFAA aceptó someter la institución al servicio de proyectos políticos aventureros como el del PLR, nuestro país ya no tiene en las FFAA una institución garante de algo tan preciado como es la alternancia en el ejercicio del poder. Hay que recuperar las FFAA para que vuelvan a ser una institución que genere crédito y confianza, para que sea una carrera que honre a quienes se incorporen a ella, y sobre todo, que de nuevo sea una institución que honre a Honduras.
Las FFAA originalmente fueron creadas para la salvaguarda de la soberanía nacional, como lo es en la mayoría de los países, pero en la evolución del tiempo le fueron adjudicadas otras atribuciones como la ser garante de la alternancia del poder para hacer efectiva la democracia en Honduras. Una tarea en la que algunas veces las FFAA faltaron a su deber cuando sus altos mandos se confabularon con los políticos para terminar mezclándose en tareas que no le competían en absoluto, hasta que la ambición de esos oficiales echó a perder a la entidad castrense al entrar a la arena política.
Las FFAA han venido de mal a peor, porque hoy es sinónimo de enemigo de la democracia, al plegarse a un proyecto político que tiene todos los indicios de buscar el poder a perpetuidad, en lo que, el uso del poder de las armas juega un papel esencial. Así, el objetivo de las FFAA que era salvaguardar la soberanía y garantizar la alternancia en el ejercicio del poder quedo desvanecido al entrar a presidir el Comando del Estado Mayor el Gral. Roosevelt Hernández, quien ha desempaquetado toda su simpatía por el proyecto politico del PLR que es el apéndice en Honduras del Socialismo del Siglo XXI, lo que quedo expuesto a la vista de todo el mundo, al visitar el enclave socialista venezolano que maneja su colega Vladimir Padrino López.
Pues bien, en el caso de la profesión militar que en Honduras había sido eminentemente vocacional, los actuales altos jefes no solo han olvidado ese principio sino que lo han despreciado de manera intencional, olvidándose de la Ley Constitutiva de las FFAA para convertir el alto mando de la entidad castrense en una recua de seudo militares oportunistas que igual que los políticos, ansían detentar el poder de manera perpetua para vivir la dulce vida de los privilegios a través del manoseo de los dineros públicos, sin rendición de cuentas, como acontece en los gobiernos populistas que brillan por el autoritarismo con que se manejan.
No es difícil entender que la ambición, que más que aberración es un vicio entre los humanos, termine de cegar a los militares haciéndoles perder el norte del sagrado objetivo para el que han sido formados, que es la defensa de la soberanía nacional y garantes de la alternancia en el ejercicio del poder para mantener a Honduras en la senda de la democracia. La historia militar en esta última etapa bajo el mando del Gral. Roosevelt Hernández, ha quedado gravemente erosionada en lo que respecta al patriotismo, porque al volver sumisa la institución armada a un proyecto político con ascendencia extranjera, como es el Foro de Sao Paolo, el gran oráculo del Socialismo del Siglo XXI, los militares se convierten en traidores al actuar en detrimento del resto de la nacionalidad, que históricamente les depositó su confianza al atribuirles en la Constitución la sagrada misión de garantizar la democracia.
La solución está a la vista, hay que recuperar la carrera militar que como tal en Honduras ya no existe, al haber caído en las garras de una oficialidad oportunista y ambiciosa de perpetuarse en el poder, siguiendo la huella de los militares venezolanos con Vladimir Padrino López, que ha sabido combinar su oficio de militar al servicio del chavismo con el liderazgo del Cartel de los Soles. La recuperación de una verdadera carrera militar no es algo absolutamente fácil, en esto los militares en condición de retiro tienen un papel importante que desempeñar, y por supuesto, la sociedad está obligada a acompañarlos.
El PLR logró penetrar a las FFAA, se le facilitaron las cosas al tener oficiales, parientes de la familia gobernante, que entraron a la milicia para lograr el gran objetivo político que era el de coadyuvar desde adentro a controlar el mando de la institución. Hoy, las FFAA ya no son tal, actúan a la vista como un verdadero apéndice del PLR, con Roosevelt Hernández como su mayordomo.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 4 de junio de 2025.