Algunos políticos hacen de la mentira su mejor habilidad, al grado de convertirla en el oficio que mejor desempeñan, son mentirosos profesionales. Y los hondureños nos hemos acostumbrado a convivir con ellos, y hasta aceptarlos como algo inevitable en nuestra sociedad. Ver y escuchar a un político diciendo mentiras nos parece lo más normal, y lo peor es que en lugar de irritarnos, nos causan gracia, al grado que terminamos premiándolos con una carcajada. Sin embargo, hay políticos que rayan en la farsa, y hasta nos ofenden a los ciudadanos que somos los que los mantenemos con nuestros impuestos.
Una de las políticas de viejo cuño que se mantiene vigente con el apoyo de Mel Zelaya es Rixi Moncada, que este fin de semana lució sus mejores galas como mentirosa de oficio en su discurso ante una nutrida concurrencia de partidarios del PLR que debieron transportar de diferentes partes del país. Su discurso fue chocante por la sarta de mentiras que fue hilando hasta caer en el cinismo, y que solo ella y quizás cierta parte de sus camaradas pueden resistir, a sabiendas de que son mentiras prefabricadas.
Cuando Rixi Moncada habló definiendo al gobierno del PLR que preside Xiomara Castro, como un gobierno solidario, dijo una mentira más grande que el Pico del Himalaya. Porque no puede ser solidario un gobierno que condena a la carencia total a los hospitales públicos, donde acuden los hondureños de escasos recursos, y en los que la miseria brota por todos lados, porque ni siquiera hay los elementos elementales para las atenciones que brindan los médicos. No puede ser solidario un gobierno que incumple a los médicos en el pago de sus salarios, que se burla de las enfermeras, que desprecia a los odontólogos y que toma medidas inhumanas y groseras cuando vienen misiones médicas de otros países, negándoles las facilidades que requieren para prestar servicios quirúrgicos en forma gratuita.
La solidaridad es una manifestación de adhesión con sentido humano, se es solidario cuando se entienden las necesidades del prójimo y nos aprestamos a brindarles a los necesitados todo el apoyo, incluso más allá de lo posible. Como ejemplo de solidaridad número uno ponemos a Teletón, una institución plenamente solidaria, porque presta diferentes servicios de rehabilitación a todo tipo de personas, y a la vez, Teletón subsiste de la solidaridad de las empresas, de los hondureños y de varias instituciones del Estado que reconocen que la misión que desempeña Teletón es sustitutiva de los deberes del Estado. El caso de Teletón es que vive de la solidaridad de todos los sectores hondureños para, a su vez funcionar atendiendo a todas las personas, sin distingo alguno, con el principio de la solidaridad.
El gobierno actual no se puede decir que es solidario, tiene algunos destellos cuando brinda ciertas ayudas, pero peca a lo grande cuando se desentiende de los hospitales públicos y condena a los pacientes que acuden a ellos en procura de atención, una atención precaria que no encuentran cuando los médicos se declaran en asambleas informativas como método de presión para obligar al gobierno a que les resuelva sus peticiones. Este no es el único punto sensible donde el gobierno exhibe su frialdad y su indiferencia inhumana, porque si revisamos el desempleo, donde el gobierno lejos de fomentar las inversiones las ahuyenta con sus acciones disparatadas, concluimos que este aspecto del desempleo en que se incrementa la pobreza, es sin duda el más grave de todos, porque las personas sin una fuente de trabajo donde generen ingresos para mantener a la familia, terminan dedicándose a las actividades delictivas para obtener dinero.
Decir que el Gobierno del PLR de Xiomara Castro es solidario es la peor de las mentiras que hemos escuchado en la voz de la candidata Rixi Moncada. Es la mentira más perniciosa que le hemos escuchado a la candidata del PLR, pero que no podemos pasar inadvertida, porque no todos los hondureños estamos para soltar carcajadas cuando se nos dicen mentiras insultantes. Un político por lo general edulcora su discurso con mentirillas, como decirle a la gente que se fomentarán las fuentes de trabajo, que no faltarán las medicinas, que se bajará el precio de los combustibles y hasta que el gobierno hará todo para que la selección hondureña clasifique a un campeonato mundial.
Pero cuando se llega a la temeridad de vendernos como verdad que este gobierno es solidario, como lo dijo el fin de semana Rixi Moncada, tenemos la obligación de rechazarlo por tratarse de un infundio, una falsedad, una mentira perniciosa, que significa una burla para los hondureños, llegando a la conclusión que la candidata del PLR es una mentirosa dañina, que los hondureños no deben apoyar, porque juega con el dolor de los hondureños más necesitados. Así, el PLR no tiene posibilidad de mantenerse en el poder, ni siquiera amañando las elecciones, porque una candidata que se burla de las personas tiene asegurado el rechazo en las urnas. Este tipo de mentiras son el principio del fracaso de Rixi Moncada.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 2 de junio de 2025.