
El escándalo de Koriun, con una secuela de implicaciones de tipo criminal, arrastra al Gobierno del PLR que preside Xiomara Castro, causándole una oscura mácula que alcanza trascendencia internacional, por tratarse de un esquema tristemente laureado como una maraña de estafa y engaño colectivos. Las respuestas dispares de funcionarios como Marcio Sierra de la CNBS, el fiscal general Johel Zelaya y el asesor de casa gubernamental, Enrique Flores Lanza, no hacen sino enturbiar más de lo que ya estaba el fraude aparatoso que se montó para esquilmar a las personas que ambicionan multiplicar su dinero, apostando sus depósitos en empresas turbias que ofrecen pagar intereses inusuales que ni siquiera se pueden pagar en el sistema financiero hondureño.
Aunque se pretenda negar la vinculación del gobierno con el fraudulento esquema de KORIUN, hay muchos hechos captados que ratifican la implicación oficial, desde el primer momento en que Marcio Sierra se desbocó para prometerles a los estafados, que eso son y no inversionistas, que el gobierno les reembolsaría las cantidades estafadas por KORIUN, con dinero público sustanciado con los impuestos que pagamos los contribuyentes, algo que nos resulta absolutamente inaceptable, y que de llegar a hacerse será una truhanada que ameritará que los hondureños nos alcemos en protestas, puesto que sería uno de los mayores atropellos de los tantos que se nos han hecho a los ciudadanos en los últimos tiempos.
Este escándalo no es algo sencillo que el gobierno puede manejar con la simpleza de «quítame de ahí esa paja», como para que los hondureños nos olvidemos al momento del significado de la estafa KORIUN. Hay mucho de fondo en esta estafa, que deriva a un sector especial de la sociedad como son las FFAA, porque, de acuerdo a un informe clasificado de inteligencia, fueron extraídos 150 millones de lempiras de la partida conocida como «Renglón 100» del presupuesto nacional, formado por recursos que provienen de fondos estatales excedentes que corresponden a sueldos y salarios de personal militar en carácter de vacantes, bajas y retiros, recursos que son manejados por la Secretaría de Defensa de los no hay mecanismos de rendición de cuentas.
Según el informe clasificado de inteligencia, los fondos del «Renglón 100» que son controlados directamente por la Secretaría de Defensa, en forma discrecional, fueron blanqueados a través de KORIUN para financiar actividades proselitistas de la candidata presidencial Rixi Moncada, montada como una operación de financiación electoral ilegal disfrazada de una «empresa de inversión». Esto hace que el escandaloso fraude KORIUN, además de afectar a unos 135 mil hondureños, traspase la simple barrera de la sustracción de dineros públicos, para constituir un caso grave de operación criminal desde la órbita del gobierno central. Si en el pasado el crimen organizado metió sus manos en la política financiando campanas de candidatos presidenciales, diputados y alcaldes, esta vez es el gobierno el que tomo la iniciativa para encubrir con todo su poderío una operación que antes se hacía desde afuera del gobierno para patrocinar diversas candidaturas.
A esto han contribuido dos instituciones, la CNBS y el Ministerio Público, al asumir una conducta pasiva, actuando en el rol de observadores, dejando hacer y dejando pasar, porque como se trataba de su «papá gobierno» y por constituir una fuente de captación de mucho dinero para financiar la campaña de su candidata presidencial, la orden superior era que se hicieran los «de a peseta» para que no hubiera contratiempos en la operación de KORIUN. A eso se debe que el alcalde de Choloma, Gustavo Mejía, corrió a extender en forma extemporánea un permiso de operación con el que pretendían darle a KORIUN un falso blindaje.
Como fueron varios estafados los que al presentir que eran víctimas de una estafa en gran escala, dieran la voz de alarma, la canallada quedo al descubierto con todas sus iniquidades, y varias tomas captadas por un teléfono inquieto, mostraron la forma tan torpe como se manejaban grandes sumas de dinero, lo que terminó de confirmar que KORIUN estaba jugando de manera perversa con los millones de lempiras de miles de ingenuos y que no hacía ninguna actividad financiera que multiplicara el dinero recibido. Y cuando figuras centrales del gobierno aparecen diciendo que con fondos públicos se garantizaran los depósitos de los estafados, hay suficiente razón para pensar que la operación KORIUN fue urdida para justificar la extracción de dinero de las arcas del Estado, esta vez de manera legalizada, para que los pobres estafados por KORIUN no pierdan su dinero.
La moraleja del escándalo KORIUN: aunque los truhanes inventaron un modelo mediante el cual, a la vista de todos, el gobierno legalizó de manera magistral una estafa financiera que sirvió para desviar fondos públicos para la campaña presidencial de la candidata del PLR, sin poder evitarlo, el gobierno se puso la soga al cuello al quedar expuesto ante la mirada nacional e internacional como el operador de una estafa destinada a financiar la campaña presidencial.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 19 de mayo de 2025.