EL PLR Y SU PROCESO DESTITUYENTE

La candidata del PLR, Rixi Moncada, en su concepción anarquizante, comete el grave error de pedir la renuncia de la concejal presidente del CNE, Cossette López, algo inadmisible y que no tiene cabida, porque ni la concejal renunciara por un simple sombrerazo de la candidata del PLR, como no hay forma de que se le destituya, porque para ese propósito debe incoarse un juicio político que no tiene ninguna posibilidad de obtener una mayoría calificada en el Congreso Nacional. En cambio, si es obligatorio que Rixi Moncada renuncie a la Secretaría de Defensa antes del 30 de mayo, que es la fecha límite que le impone la ley para renunciar a ese cargo si es que quiere mantenerse como candidata presidencial, porque de no hacerlo es porque intencionalmente sabe que ella no será la candidata definitiva del PLR.

La estructura intangible de nuestra Constitución de la República no puede ser desguazada de manera consciente por personas que están violando la ley, una de ellas Rixi Moncada y el otro Luis Redondo, que además de seguir en condición de usurpador de funciones, no se cansa de cometer barbaridades por las que en algun momento deberá pagar ante la justicia. Una Constitución no es solo un texto normativo, es la expresión jurídica de un conjunto de valores, obligaciones y derechos compartidos, sobre los que un país como el nuestro define su soberanía y ordena su convivencia a través de un gran acuerdo social y politico. Por lo tanto, no es papel mojado como creen los del PLR.

Cuando Rixi Moncada se obstina en mantenerse como ministra de Defensa y abusa de sus facultades, sabiendo que comete un delito porque no se puede ser juez y parte actuando en doble condición de ministra de Defensa y candidata del PLR, es porque el paradigma ideológico en el que se asienta el proyecto del PLR persigue un proceso destituyente, donde el objetivo inocultable es hostigar a las dos concejales del CNE, Cossette López y  Ana Paola Hall, porque el único órgano del Estado que no controla el PLR es el CNE. Por eso, Rixi Moncada, exhibiendo una notoria desesperación la emprende contra la presidente del CNE, Cossette López, que en este momento encarna a la oposición. Pero, ni Rixi Moncada ni Luis Redondo pueden destituir ni hacer que renuncie Cossette López, porque la condición de la concejal es la de magistrada de un organismo que tiene el mismo nivel de un Tribunal Electoral. Así que, los hondureños bien nacidos tenemos la ineludible obligación de hacer causa común con las dos concejales del CNE, que han sabido responder en forma valiente y patriótica, a costa de grandes sacrificios, en defensa de la Constitución, enfrentando el feroz hostigamiento del alto mando del PLR.

Por otra parte, el PLR no cesa en su afán de destruir el peso de la Constitución, usando como perro de garra al Ministerio Público, organismo que ha perdido su credibilidad al actuar como un instrumento del gobierno, encausando solo a personas de determinado partido, mientras se llama al silencio en situaciones que conciernen al PLR, como el caso del narcovideo, que no mereció ni una pizca de atención para el fiscal general Johel Zelaya. En este proceso destituyente, el objetivo del PLR es muy visible: su obstinación en trastocar la carta magna por lo que ahora enfila baterías para justificar la permanencia de Rixi Moncada como candidata presidencial y ministra de Defensa, pasando por encima de la prohibición expresa contenida en el art. 240 de la Constitución que define que, no pueden ser elegidos Presidente de la República, los secretarios de Estado. No hay forma de mal interpretar este artículo, excepto que la persona que lo intente sea un tarado o un desquiciado mental, o un ignorante de remate que repita como loro lo que alguien quiere que salga de su boca.

El diputado Luis Redondo, que es usurpador de la Presidencia del Congreso, ha convertido el parlamento hondureño en un campo de batalla lleno de trincheras, el mismo fue producto de una imposición violenta y arbitraria, mediante la cual se desalojó al presidente legalmente electo, diputado Jorge Cálix, situación ilegal que no ha desaparecido del tablero de anotaciones de la justicia nacional e internacional y que en algún momento le pasara una factura de muchos años de prisión al diputado Redondo.

En síntesis, aunque el PLR se ha obstinado en desarrollar un proceso destituyente contra aquellos funcionarios que desde una posición cívica defienden el estatus constitucional, no le resultará posible, porque la estructura de la Constitución protege a las dos concejales del CNE, igual que protege a las magistradas y magistrados del Poder Judicial que han empeñado su palabra y su trayectoria en el respeto de la Constitución para que se haga justicia. La clave del proceso destituyente del PLR es la creación de una atmósfera de hostigamiento y asedio contra aquellos funcionarios, como las concejales del CNE, Cossette López y Ana Paola Hall, que en ningún momento se han arrugado ante el acoso y hostigamiento del concejal Ochoa, del alto mando del PLR y también del alto mando militar que está alineado con el gobierno. 

Porque, al final de cuentas, el objetivo del PLR no es suspender las elecciones generales, sino controlar al CNE, deconstruirlo de facto hasta arrumbarlo como si fuera un trasto inservible, poniendo a Marlon Ochoa al frente. Algo que no podrán hacer mientras las dos valientes concejales del CNE se mantengan más fuertes que los robles de acero.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 29 de abril de 2025.