
El clásico anacronismo de «dejar hacer, dejar pasar» lo ha demostrado la Comisión Nacional de Banca y Seguros con la escandalosa permisión de dejar que la empresa Koriun actuara como una empresa financiera, con capacidad de percibir depósitos a cambio de ofertar intereses rentables, bajo la fórmula engañosa de convencer a las personas de confiar su dinero a ciegas, sin percatarse que Koriun operaba bajo el esquema practicado por el estafador italiano Carlo Ponzi, y otros, que de una manera similar se agencian sumas multimillonarias que personas incautas les confían, pensando que vivirán de los altos intereses que estas empresas financieras les aseguran que recibirán mensualmente.
No hay ninguna excusa para que la Comisión Nacional de Banca y Seguros pretenda desligarse de la responsabilidad que si tiene, en su carácter de entidad regulatoria de toda aquella actividad que realizan empresas dedicadas a percibir dinero en carácter de depósito, a cambio de ofrecer intereses más altos que los que normalmente pagan las instituciones del sistema financiero hondureño. Además, es insultante para los contribuyentes que en forma lironda los funcionarios de la CNBS digan ahora, para reponer los platos rotos por su irresponsabilidad de permitir este tipo de operaciones que son absolutamente irregulares, que el gobierno responderá por cualquier pérdida que tuvieran los estafados, si la empresa Koriun no dispusiera del dinero recibido, porque este ya habría alzado vuelo hacia el extranjero.
Esto nos lleva a sospechar que el gobierno acudiendo al expediente populista de «velar por el pueblo», les haga sentir a los incautos ambiciosos de ganar dinero rápido, más liviana la pena de haber sido estafados, porque el gobierno tiene suficiente plata para absorberles las pérdidas, aunque quienes deberemos pagar por la irresponsabilidad de la CNBS seremos los contribuyentes hondureños, que solo vivimos para pagar impuestos que el gobierno termina dilapidando, al usarlos de forma indistinta para cubrir todos sus desmanes y sus irresponsabilidades. Esto no es justo, el pueblo hondureño debe ajustarle cuentas al gobierno por actuar de manera irresponsables a través de instituciones como la CNBS, que ocupa un cascarón millonario sin atender debidamente sus obligaciones, entre ellas la de regular operaciones de empresas como Koriun, que perciben dinero en una competencia ilegal con las entidades del sistema financiero que si están sometidas a una marcación estricta por la CNBS.
Cuando suceden estas cosas, y luego la CNBS, en forma descarada, salga decir «que no panda el cúnico» porque los que fueron estafados por Koriun tienen su dinero asegurado con los impuestos que pagamos los contribuyentes, da pie para pensar que este escándalo de Koriun es otra cortina distractiva para taparle el ojo al macho, cuando repercuten denuncias graves como el robo de computadoras con datos de dos partidos de oposición, lo cual es un escándalo que no puede pasar desapercibido, cuando hay sospechas de que se está fraguando un fraude electoral desde ahora para las elecciones de noviembre.
Aunque parezcan dos cosas diametralmente diferentes, en este caso la concatenación es genuinamente sospechosa, porque igual que en la teoría del gato, una porquería depositada por los felinos se tapa fácilmente con otra más hedionda, que son artimañas propias de los regímenes autoritarios. Se descubre un robo hartamente sospechoso, de computadoras que contienen datos que corresponden particularmente a afiliados del PN y el PL. Y de repente se destapa, como cuando se le quita el corcho a la botella de vino, el escándalo de Koriun, y nada mejor que adornarlo con una grulla mixta, compuesta por agentes de la ATIC y del MP para hacer que estallara el alboroto, y después de eso que venga la CNBS como «bomberos milagrosos» diciéndole a los posibles estafados, que no se preocupen, que el gobierno responderá si Koriun no les devuelve sus depósitos.
Bonita carambola de hacer milagros para encubrir el robo de computadoras en el RNP y calmar a los estafados por Koriun con el dinero de los contribuyentes. La CNBS, entidad anacrónica, le permite a empresas como Koriun, que operen a sus anchas, sin ningún control regulatorio, para engañar masivamente a incautos, ofreciéndoles jugosos intereses. Con este sospechoso «dejar hacer, dejar pasar» de la CNBS, hay que pedirle al MP que investigue la composición societaria de Koriun. Vea y de repente los socios hondureños de esta empresa no sean los mismos «personajotes» que se están repartiendo con la cuchara grande en el partido gobernante.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 24 de abril de 2025.