Ninguna autoridad es más ilegal e inmoral como la que impone el diputado Luis Redondo, por su condición de presidente usurpador de la directiva del Congreso Nacional. En enero del 2022, el pleno de 86 diputados eligió conforme a la Constitución de la Republica al diputado Jorge Cálix como presidente de la junta directiva del Congreso Nacional y junto a él, al resto de la junta directiva. En ese momento, el diputado de LIBRE, Rasel Tome y un grupúsculo de diputados radicales del PLR, asaltaron la mesa directiva que presidía conforme la ley el secretario de Gobernación del gobierno en funciones, Leonel Ayala, cuando ya había juramentado a la directiva presidida por el diputado Jorge Cálix. En un zafarrancho condimentado con violencia y arbitrariedad, Rasel Tomé y una fuerza de choque de LIBRE, se posesionaron de la mesa directiva y sin tener ninguna facultad, en un simulacro de juramentación, Rasel Tomé le dio posesión indebida al diputado Luis Redondo, quien aceptó usurpar las funciones de presidente, convirtiéndose a partir de aquel fatídico momento en un presidente usurpador del Congreso Nacional, ilegalidad por la que deberá rendir cuentas ante la justicia en cualquier momento.
Hoy, el diputado Luis Redondo con un derroche fascista, pretende actuar con una autoridad que no tiene, negándose a convocar a sesión a la Cámara Legislativa, agotando el período parlamentario con la malsana intención de convocar a la pseudo Comisión Permanente que esta revestida de la misma ilegalidad conque actúa el diputado Redondo, que de la nada que representa siendo un usurpador, lleva al Congreso Nacional al abismo haciendo lo políticamente incorrecto, de una forma tan canalla, con la tendencia de persistir en la violación a la ley, creyendo en lo que predican los delincuentes metidos a políticos, que «la política es el arte de lo posible», un precepto tan inmoral como ilegal, porque lo que la ley prohíbe no está permitido.
Redondo va en la búsqueda de los objetivos del PLR por la ruta de la marrullería, aplicando el principio mafioso de que, «si se está en política, todo lo que se haga es porque está permitido». Y si así como piensa Redondo, el PLR cree que todo es posible, porque teniendo a un gánster usurpando la presidencia del Congreso, la rebelión contra la ley bastará para conseguir todo aquello que esta indebidamente concebido, de acuerdo a la mentalidad del PLR. Desgraciadamente la oposición en el Congreso Nacional no ha actuado con energía para oponerse al sistema fascistoide del diputado Luis Redondo, por lo que este sujeto se ha envalentonado al ver que nacionalistas y liberales se achicopalan, temerosos de confrontar a Redondo, quizás porque saben que detrás de Redondo esta Mel Zelaya, figura a la que, casi todos los políticos de oposición le guardan respeto y hasta una especie de veneración y temor.
Honduras no puede ir más que al abismo con un Congreso Nacional plagado de ilegalidad, situación que es del conocimiento en todos los parlamentos de los países democráticos, comenzando por el Congreso de EEUU, donde tomaron nota del delito cometido por el grupo de diputados radicales del PLR, y saben que el diputado Luis Redondo es un directivo usurpador. Estando el Congreso Nacional de Honduras hundido en una incertidumbre jurídica desde el mes de enero del 2022, en el Congreso de EEUU saben que el Congreso Nacional de Honduras está convertido desde aquel momento en un patio que resulta irrespirable por lo sucio.
La bajeza en los comportamientos del presidente usurpador Luis Redondo, hacen de la tradicional zafiedad política el cimiento para la construcción de una montaña de falsedades y violaciones para lograr el objetivo de perpetuarse en el poder. Los hondureños no podemos permitir que Libertad y Refundación usando la temeridad y la osadía sin límite del diputado Luis Redondo, continúe fortaleciendo su trayecto hacia el totalitarismo, en que podría no haber retorno a la democracia. Donde la fuerza se impone de manera extravagante, como sucede en el Congreso Nacional, con un petulante usurpador como es el diputado Redondo, sin que haya una fuerza opositora que se le oponga, los hondureños habremos perdido la batalla cívica con el riesgo de dejar de ser una democracia.
Nos queda a los ciudadanos el poder del voto para ir de manera masiva a las urnas el 30 de noviembre para evitar que el PLR destruya la democracia. Pero, ante lo inmensamente nocivo que ha resultado para Honduras el fascista diputado Luis Redondo, a los electores del Valle de Sula les corresponde ajustarle cuentas el próximo 30 de noviembre, no votando por el para evitar que siga dañando con su inmoralidad al más importante Poder del Estado como es el Congreso Nacional.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 15 de octubre de 2025.