El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este viernes en Pittsburgh, Pensilvania, un incremento de los aranceles a las importaciones de acero, que pasarán del 25% al 50%. Durante un mitin en una fábrica de U.S. Steel, el mandatario destacó que esta medida fortalecerá la industria siderúrgica nacional, asegurando su competitividad y protegiendo empleos. Trump celebró la comprensión de los trabajadores presentes sobre los aranceles, afirmando que “entienden la palabra mejor que la gente de Wall Street”, y reveló que la decisión de elevar los gravámenes al 50% surgió tras consultas con ejecutivos del sector, quienes descartaron un aumento menor al 40%. Además, destacó la reciente alianza entre U.S. Steel y la japonesa Nippon Steel, aprobada el 23 de mayo, que generará 70.000 empleos y aportará 14.000 millones de dólares a la economía, manteniendo el carácter estadounidense de la compañía.
El anuncio se produce un día después de que una Corte de Apelaciones levantara el bloqueo del Tribunal de Comercio Internacional sobre parte de la política arancelaria de Trump, aunque este no afectaba los gravámenes al acero, sino a un arancel global del 10% anunciado el 2 de abril y a los denominados “aranceles recíprocos”. En el mitin, Trump defendió su política arancelaria, afirmando que ha revitalizado a Estados Unidos, una nación que, según él, “hace seis meses se estaba muriendo”. También subrayó la importancia de una industria siderúrgica fuerte como pilar de seguridad nacional y elogió la relación con Japón, refiriéndose al primer ministro Shigeru Ishiba y destacando la alianza con Nippon Steel como un paso para preservar el legado de U.S. Steel.