
El Real Madrid desató la euforia en el Santiago Bernabéu al remontar un partido vibrante ante el Olympique de Marsella en la primera noche europea bajo el mando de Xabi Alonso, con un doblete de Kylian Mbappé desde el punto de penalti y una actuación decisiva de Vinícius tras ingresar desde el banquillo.
Pese a dominar con 18 disparos en el primer tiempo, 11 a portería, el equipo blanco sufrió en defensa y quedó en inferioridad numérica por segundo partido consecutivo tras la expulsión de Dani Carvajal en el minuto 71 por un gesto imprudente contra el portero Gerónimo Rulli. La presión alta, las asociaciones rápidas de Rodrygo y Mastantuono, y la garra de Tchouaméni mantuvieron al equipo vivo, aunque errores individuales de Güler y Militao permitieron al Marsella adelantarse con un gol de Weah.
El Bernabéu vibró con un Real Madrid renovado, donde Xabi Alonso impone personalidad y meritocracia, dejando a Vinícius como suplente para enviar un mensaje claro: nadie tiene el puesto asegurado. Tras un empate parcial con el primer penalti de Mbappé, provocado por Rodrygo, el equipo decayó en intensidad bajo el calor de 30 grados, pero Vinícius, tras un perdón inicial, forzó una mano de Medina que Mbappé convirtió en el 2-1 definitivo.
Courtois, clave con paradas salvadoras ante Aubameyang y Greenwood, aseguró el triunfo en un partido de altibajos, marcado por la inexperiencia de Mastantuono en la definición y la falta de aporte de Valverde. Este estreno victorioso en la Champions League refuerza la ilusión madridista en la búsqueda de la decimosexta corona europea, aunque con tareas defensivas pendientes por pulir.