
El mayor peligro para cualquier elección en cualquier país del mundo es la presencia de Rusia. ¿Qué diantres buscan los rusos queriendo actuar como observadores de nuestras elecciones en Honduras? No quieren hacer nada bueno. Quieren interferir en las elecciones del 30 de noviembre, escudándose en el falso papel de observadores para distorsionar los resultados en favor del Partido Libertad y Refundación, con el que mantienen una afinidad ideológica. El mayor peligro para el proceso electoral de noviembre no está en Honduras, porque aquí los partidos políticos se vigilan unos con otros. Otra cosa es tener a los rusos metidos en el proceso electoral, actuando como falsos observadores, con su enorme capacidad de distorsión, apretando el acelerador de la confusión con su tecnología especializada en el fraude, como lo han hecho en otros países, incluyendo en EEUU, donde distorsionaron la elección donde Trump derrotó a la candidata demócrata Hillary Clinton.
Los hackers rusos introducen cambios en los resultados sin mucha fanfarria. En Moldavia apenas hace unas semanas quisieron hacer de las suyas, aunque los moldavos contaron con apoyo de Occidente y lograron desmontar las injerencias rusas, de manera que no pudieron hacer que su partido afín ganara en forma amañada. Los rusos están en casi todo el mundo, buscando interferir las elecciones en todos los países para hacer ganar a sus partidos camaradas. Que el canciller Javier Bú Soto sea el que solicite al CNE que acredite a los representantes rusos como observadores de las elecciones, solo es una pantalla. Javier Bú Soto firma como Canciller, pero quien necesita a los rusos con urgencia es el Partido PLR, que está haciendo acopio de todos los recursos para ganar las elecciones por la vía fraudulenta y en esta materia, los rusos son los grandes maestros del fraude.
No necesitamos a los rusos en nuestras elecciones, porque Rusia no es ningún ejemplo de democracia, Rusia es sinónimo de totalitarismo, es el prototipo de la antidemocracia. Aceptar la presencia de los rusos en las elecciones es darle las llaves al PLR para que consigan su propósito maligno de amañar las elecciones con la ayuda de Rusia. Sería la mayor ingenuidad del CNE otorgarle carta de observadores electorales a los rusos, porque, con esa credencial los rusos tendrán vía libre para hacer que el PLR gane en forma amañada. Todas las encuestas independientes están revelando la preferencia de los electores, sin duda que habrá una votación masiva alrededor de los dos candidatos de la oposición. Salvador Nasralla aventaja por una diferencia de tres puntos a Nasry Asfura, mientras que la candidata del PLR, Rixi Moncada, esta sumergida en un porcentaje inferior que oscila apenas entre un 13 y un 14 por ciento.
Estando tan distante de los candidatos Salvador Nasralla y Nasry Asfura, la candidata del PLR, Rixi Moncada, ni con un mecanismo de fraude podría ganar las elecciones, pero puede descontar ventaja para crear una condición caótica el 30 de noviembre. La presencia de los rusos como observadores sin duda que es una operación política, en la que los hackers rusos pueden tergiversar los resultados para crear tal estado de caos que le sirva a Mel Zelaya para alegar un fraude que en todo caso estaría propiciado por el PLR con el apoyo de los rusos. Por esto decimos en voz altas: no queremos a los rusos en nuestras elecciones, ni como observadores ni siquiera que pongan un pie en nuestro país ese día. Es mas, hay que impedir que los rusos, aunque no sean acreditados como observadores electorales, se quieran lanzar a la piscina, aunque estuviera vacía.
Todos los países tienen el derecho a salvaguardar sus procesos electorales de las malvadas injerencias de los rusos. ¿Por qué decimos esto? Porque cuando los rusos se acercan a una elección en cualquier país, es porque tienen las aviesas intenciones de adulterarla en favor del partido que les resulta afín a su ideología. El PLR conoce todas las mañas de adulteración de una elección, porque tienen la asesoría de los chavistas venezolanos que fueron adiestrados por su maestra Tibisay Lucena, que se graduó en la materia del fraude con los rusos.
Sería un gravísimo error del CNE acreditar a los rusos como observadores, una verdadera paradoja, una tontería mayúscula, como entregarle al zorro las llaves del gallinero para que se coma a las aves con todos sus huevos. Pedimos respetuosamente, pero de manera enérgica al CNE, que descarte la presencia de los rusos en nuestras elecciones del 30 de noviembre. No hay nada más amenazador contra nuestras elecciones que estén presente los rusos como observadores. El solo hecho de mencionar la presencia de los rusos el 30 de noviembre hace que empiecen a aflorar las dudas y con ellas el temor de que no tendremos elecciones limpias, porque la habilidad de los rusos para el fraude es tal, que aun desde Moscú, los rusos son capaces de cambiar los resultados electorales. Espero que esta advertencia no llegue demasiado tarde. Hoy más que nunca tenemos que usar todo tipo de blindajes para evitar que a través de los rusos, el PLR gane por medio de un fraude electoral electrónico.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 9 de octubre de 2025.