
Dice un dicho popular: el lobo es experto en mañas y las sabe acumular con el tiempo. Mel Zelaya ha ganado muchas experiencias porque durante más de 15 años ha aprendido a maullar con los lobos más feroces de la selva política latinoamericana. Codearse con Hugo Chávez sin duda que fue su mejor universidad, haber estado infinidad de veces con Lula Da Silva, López Obrador, Cristina Fernández Kirchner, algunas veces con Fidel y Raúl Castro, y últimamente con la capa más costrosa del chavismo donde los más percudidos son Nicolas Maduro y Rafael Correa de Ecuador. Muchas de las maldades políticas de todas estas fieras del populismo se le han pegado a Mel Zelaya, por lo que de aquí al 30 de noviembre, hay que esperar que hará acopio de lo mejor del peor repertorio de trampas y chanchullos que usan los políticos mañosos para ganar elecciones.
Su más reciente carta dirigida al CNE es una intención aviesa que busca confundir a los integrantes del organismo electoral y al resto de los electores. La Ley Electoral es clara y no admite ambigüedades, cuando ordena a las juntas receptoras de votos remitir las actas con los resultados de cada mesa electoral en forma simultánea al CNE, a los partidos políticos y a los observadores, e inmediatamente a los medios de comunicación que así lo soliciten. La petición del coordinador de LIBRE, hartamente sospechosa, de tener acceso con su gente al «host», que es el instrumento marco donde se reciben los resultados, también debe ser rechazada. Este aparatito está instalado en un sitio totalmente neutral que es operado por una empresa telefónica celular que está debidamente resguardado en el aspecto técnico para no ser objeto de injerencias que pretendan manipular los resultados.
Es evidente que el viejo lobo de la política está viviendo momentos de angustia cuando ve que en las encuestas la candidata de su partido, Rixi Moncada está sumergida en una lejana cuarta posición, detrás de Salvador Nasralla, que lidera con una ventaja de tres puntos a su más inmediato perseguidor Nasry Asfura del Partido Nacional, que ha descontado terreno en los últimos meses. Rixi Moncada no solo es ampliamente superada por Salvador Nasralla y Nasry Asfura, sino también por ese enigmático conglomerado humano que se identifica con el ninguneado nombre de «NINGUNO» y que se ha apropiado de la tercera posición con el envidiable porcentaje de 22 por ciento, mientras la candidata del PLR no pasa del 14 por ciento, lo cual no le permite aspirar al triunfo, aun acudiendo a los perversos sistemas de fraude.
El PLR cuenta con una serie de recursos oficiales que ha logrado controlar: desde las FFAA, especialmente con la aquiescencia de Roosevelt Hernández, que abandonó su posición de más alto jerarca militar para humillarse como sirviente del gobierno y del partido gobernante, por obvias razones que es prolijo explicar a estas alturas. Tiene además el precioso mecanismo del 9-1-1, que de acuerdo a técnicos con experiencia y conocimiento, puede ser utilizado como una especie de nube y perseguidor de cada movimiento de los líderes opositores. Tiene a su favor las herramientas de HONDUTEL y otros organismos conexos.
Lo que no tiene controlado el PLR del todo es el CNE, donde queda la férrea posición de la consejera Cossette López y la no menos posición incontrolable de la consejera presidente Ana Paola Hall. Allí tiene el hueso más duro de roer, y en ambas consejeras, descansa la confianza de la población hondureña para tener elecciones limpias el 30 de noviembre. Pero, Mel Zelaya, astuto y temerario como siempre lo ha sido, no cejara en conseguir lo que se propone, que es poner la trampa donde piensa que no la podrán oler nacionalistas y liberales.
Solo hay algo que Mel Zelaya no puede remediar ni aun apelando a todas las trampas habidas y por haber. No puede hacer que Rixi Moncada sea aceptada por la mayoría de la población que no solo la rechaza, sino que la detesta por sus posiciones eminentemente destructivas en contra de la convivencia democrática. El discurso de Rixi termina siendo finalmente «anti Rixi», porque su espíritu profundamente antidemocrático choca contra el espíritu democrático de la inmensa mayoría de los hondureños, que si en el 2021 votaron por el fenómeno «fuera JOH» hoy duplicaran los votos por el otro fenómeno que es más impactante: «fuera el familión», del que Mel Zelaya y su élite radical no se han podido librar.
Pero, hay algo que no se puede dejar de admirar en Mel Zelaya: es incansable, es indetenible en sus propósitos y lucha contra viento y marea para llegar hasta donde los hondureños le han permitido que llegara. Solo que esta vez los hondureños están hasta la coronilla de los abusos del Gobierno de LIBRE y no están dispuestos a permitir por ningún punto que LIBRE continúe en el poder. Las encuestas lo anticipan, liberales y nacionalistas saldrán masivamente a votar, y LIBRE ni aun con su aparato de fraude tendrá posibilidades de ganar. Mel Zelaya lo sabe, pero no desmaya, y acude a uno y otro recurso mañoso, solo que en el CNE hay dos votos inexpugnables de dos consejeras que no le permitirán al viejo lobo que esta vez salga airoso con sus mañas.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 7 de octubre de 2025.