¿A QUÉ VIENEN LOS RUSOS?

Rusia figura entre los países más antidemocráticos del mundo. Su sistema de gobierno, dentro de la órbita marxista-socialista, es reconocido por su apego al totalitarismo que data de la antigua trayectoria soviética, conocida como «la cortina de hierro», carente de todo rasgo democrático, donde la población rusa vivía aislada del mundo, bajo el imperio de un Partido Comunista dominado por una elite que gobernaba aplastando a la oposición y a la disidencia. Con el desmoronamiento del imperio soviético, debido al impacto reformador de la «perestroika» y «el glasnost», la vieja Rusia se parapeto en el esquema de la mano dura, una vez que Vladimir Putin recogió los pedazos del modelo imperial soviético para quedarse únicamente con Rusia, desde entonces regida por un gobierno que desprecia la democracia y que elimina a todo aquel que pretenda jugar con las reglas de la alternancia del ejercicio del  poder, que caracteriza a los países democráticos, desde EEUU, Europa y la mayor parte de los países latinoamericanos.

Honduras ha venido luchando por mantenerse en el sistema democrático, hasta que surge el Partido Libertad y Refundación, de clara identificación con el marxismo-populista, con preferencia amistosa con los regímenes antidemocráticos entre los cuales esta Rusia, liderada por el dictador Vladimir Putin. Mantenerse en un sistema totalitario como el ruso requiere de la astucia para la trampa y el engaño electoral. Putin no solo consolido el dominio del escenario politico de su país, sino que, a través de sus hackers, que son los técnicos más habilidosos para hacer maravillas tramposas con las computadoras que se usan en los procesos electorales, ha incidido en las elecciones en otros países.

La inaudita aparición de Rusia solicitando que el CNE le permita participar como observador en el proceso electoral hondureño, no debe ser vista con indiferencia por los sectores de oposición y por la sociedad hondureña en general. Rusia no tendría interés de estar en un país pequeño como el nuestro, donde hasta ahora no mantiene intereses que defender, por lo que resulta obvio que su presencia ha sido solicitada por el Partido LIBRE (PLR) con el propósito no confeso de contar con la experiencia distorsionadora de los rusos, apalancada por una dictadura que mantiene subyugada a una población que se ha acostumbrado a vivir pisoteada por el dictador de mano dura, Vladimir Putin.

No contribuye en nada la presencia de un país tan antidemocrático como Rusia en nuestro proceso electoral de noviembre. Por información que ha trascendido en algunas esferas diplomáticas, desde hace dos años se ha detectado la presencia de elementos rusos en Honduras, coincidiendo con el ano electoral. Los diplomáticos europeos conocen bastante bien los desplazamientos de los rusos en estos países, saben que han venido a cumplir la misión de apoyar la causa antidemocrática. La solicitud oficial de Rusia para ser acreditados como observadores en las elecciones de noviembre, es la confirmación de que los rusos tienen un marcado interés de prestar ayuda a su aliado, el Partido Libertad y Refundación.

No hay otra razón que no sea la de incidir en un fraude electoral, el interés de solicitar la presencia de los rusos, que son diestros, verdaderos maestros en el manejo distorsionador de los resultados electorales. En la elección antepasada de EEUU, cuando Trump gano su primer periodo presidencial, los demócratas denunciaron la presencia de hackers rusos en aquella elección, por lo que, en la siguiente contienda electoral, los demócratas prefirieron el voto por correo, por lo cual el candidato Joe Biden derroto a Donald Trump.

Es muy posible que en Honduras haya hackers rusos, lo cual es un factor favorable para un fraude electoral debidamente orquestado a través de la manipulación tecnológica. Por desgracia, ni los partidos de oposición ni los demás sectores de la sociedad tienen capacidad para establecer un esquema antifraude. Asalta entonces la interrogante que crispa: ¿a qué vienen los rusos a Honduras? No vienen a fortalecer el sistema democrático, por el contrario, sin duda que vienen a distorsionar el resultado electoral, porque al darse una avalancha de votos de la población hondureña, el único escape del PLR (Libre) es crear un ambiente caótico para ensuciar y desconocer la victoria de la oposición, como el mejor escenario para esconder su derrota.

Como parte de la sociedad hondureña y de la opinión pública, excitamos de manera respetuosa a las dos consejeras de los partidos democráticos, Ana Paola Hall y Cossette López, a no permitir la presencia de los rusos en nuestro proceso electoral. Siendo Rusia un paradigma de la antidemocracia y del totalitarismo, su único interés de estar presente en las elecciones hondureñas del 30 de noviembre, es incidir para que su partido similar, el PLR, gane la elección mediante una refinada manipulación tecnológica, o de perdida, crear las condiciones mediante el caos, para ensuciar el resultado favorable a la oposición. La posición de los hondureños es: ¡NO PERMITIR LA PRESENCIA DE LOS RUSOS DE NINGUNA MANERA!

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy jueves 18 de septiembre de 2025.