
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall, garantizó este miércoles que las elecciones generales del 30 de noviembre se realizarán “llueva, truene o relampaguee”, a pesar de los obstáculos internos y una campaña de desinformación que, según denunció, se ha convertido en un ataque de odio contra su persona.
En conferencia de prensa, Hall defendió su capacidad, experiencia e independencia tras seis años como consejera propietaria, asegurando que la agenda del pleno la establece la presidencia y que no permitirá intentos de control del proceso electoral por sectores externos ni injerencias como las de empresas extranjeras en 2017. “El CNE es autónomo y resolverá sus problemas internamente, no vía Ministerio Público”, afirmó, exhortando a dejar de sembrar desconfianza y permitir que el organismo avance.
Hall reveló que este día se enmendará el pliego de condiciones para la impresión de papeletas y actas electorales, tras modificaciones técnicas inconsultas, para garantizar que no falten documentos esenciales el día de los comicios. Respondiendo a las críticas de la consejera Cossette López sobre reuniones privadas con el consejero Marlon Ochoa, Hall justificó haber dialogado individualmente con ambos, incluyendo un almuerzo con López el día anterior, aclarando que “no son trillizos” y que su rol es buscar consensos.
“Pese a los boicots internos diarios, este CNE llegará a la meta del 30 de noviembre”, enfatizó, destacando el compromiso de los funcionarios que “ponen un ladrillo más” cada día. La presidenta llamó a sus colegas López y Ochoa a trabajar unidos, dejando de lado diferencias personales, y reiteró su firmeza para tomar medidas contra quienes busquen sabotear el proceso electoral.