ENSAYO SOBRE LA CEGUERA

«Ensayo de la Ceguera» es uno de los libros más conocidos del escritor portugués José Saramago, que contiene una reflexión sobre la perdida de la ética, la perdida de la moral y el egoísmo aterrador en los tiempos que estamos viviendo, que alerta sobre la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron, porque si hay una cosa que no tiene nombre es tener ojos y no querer ver. Para el caso, solo los ciegos por la inmoralidad y el egoísmo no pudieron ver la inmensidad de personas que atendieron la convocatoria de las iglesias católica y evangélica, para integrarse a una caminata el sábado anterior, calculada solo en la capital en unas 230 mil personas, pero que, sumándose los compatriotas que marcharon en varias ciudades del país, se calcula que cerca de dos millones de hondureños estuvieron caminando varios kilómetros sin rehuir el intenso calor que prevaleció la tarde sabatina.

Nunca habíamos visto tanta energía en tantos miles de hondureños que no se acobardaron por el sol abrasador que prevaleció de manera esplendorosa en la capital; fue como si Dios bondadosamente premiara el sacrificio de los caminantes liderados por la Iglesia Católica y Evangélica, que encabezaron la marcha, que en el fondo eso fue. Como la energía que se transforma, los caminantes asistieron de manera disciplinada atendiendo las formas regladas por la Conferencia Episcopal y la Confraternidad Evangélica. No hubo pancartas, no hubo ofensas, ni discursos políticos, solo cantos religiosos y llamados a la unidad de los hondureños, concepto que constituye un azote para el gobierno y el PLR, que se acobijan en la violencia y el desorden.

Este nuevo tipo de manifestación pacífica, sin embargo, es el llamado enérgico de la ciudadanía liderada por las iglesias a los partidos políticos, para que tomen el ejemplo, que unidos no podrán ser vencidos por un partido populista que quiere imponernos una hoja de ruta hacia el comunismo, disfrazado hoy de socialismo democrático, pero que atiende los designios del Foro de Sao Paolo, que tiene a Honduras en la mira para destruir nuestro sistema democrático. Contrario a la democracia, el PLR se rige por un tipo de liderazgo banal, utilizando la machacona técnica de lanzar bravatas por las redes sociales con el ánimo de intimidar, lo mismo que usar grupos de choque, armados, para imponerse como dueños de las instituciones.

A pesar de la intensa campaña de intimidación por las redes y sus medios afines, desarrollada por el Gobierno y el PLR, la ciudadanía no se dejó intimidar y salió a borbollones a las calles de las distintas ciudades, una señal inequívoca de que ya sabe el camino de las urnas el 30 de noviembre. Pretender minimizar la magnitud de la enorme cantidad de personas que caminaron el sábado en diversas ciudades del país, responde al estado de inmoralidad y egoísmo del que habla el escritor Saramago en su conocida obra «Ensayo de la Ceguera» con el fin de ocultar la debilidad del gobierno y del gobernante PLR, que el pasado 28 de junio, en una convocatoria en la que ofrecían 1,200 lempiras, transporte y comida a las personas que respaldaran una celebración de otro aniversario del derrocamiento de Mel Zelaya, apenas obtuvieron respuesta de unas 2 mil personas, casi todas empleadas de gobierno.

Tantos miles de hondureños en las calles caminando por la paz, en el fondo demostrando con valentía que no están dispuestos a que el PLR se robe las elecciones el 30 de noviembre, al estilo chavista, no es ninguna exageración, toda esa gente que se sacrificó sin pensar en el heroísmo asistirá con creces a votar el 30 de noviembre, porque de la multitudinaria marcha de hondureños del sábado salió un mensaje incitador a otra cantidad igual o mayor de hondureños que se mantenían hasta hoy en estado de indecisión, pero que al resultar impactada por la envidia positiva de no haber ido a la caminata pudieron haberlo hecho, les surge el juramento de no quedarse pasivos en su casa el próximo 30 de noviembre.

Porque la marcha del sábado fue una verdadera epopeya del pueblo heroico que desde ahora les dice a los populistas que no está dispuesto a dejar que se roben las elecciones ni mucho menos que se roben a Honduras y para eso el camino es ir masivamente unidos a votar a las urnas. Porque las elecciones del 30 de noviembre será la gran batalla por Honduras, en la que los líderes de la oposición deben entender que esta vez no es cuestión de la desesperación de un líder por ganar la presidencia, no es asunto de retórica política, se trata de la supervivencia de Honduras como democracia. 

Si católicos y evangelistas fueron capaces el sábado de hacer una hermosa gesta de unión, despojándose de orgullos históricos, todo ese grandioso heroísmo cristiano no debe quedar en un esfuerzo vano, el objetivo plasmado como conclusión de la caminata es que los hondureños vayamos unidos apoyando a un solo líder para asegurar la permanencia de la democracia en nuestra querida Honduras. Porque si los dos más importantes líderes católicos y evangélicos al final de la caminata, se fundieron en un abrazo conmovedor, el mensaje más que elocuente, es contundente: los hondureños, hartos de la corrupción y el narcotráfico, votarán el 30 de noviembre por el candidato que no tenga ninguna vinculación con la corrupción y el narcotráfico.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 18 de agosto de 2025.