
La crisis humanitaria en Gaza alcanzó un nuevo y alarmante hito este domingo, con el Ministerio de Sanidad del enclave reportando que la cifra de niños fallecidos por desnutrición o hambre desde el inicio de la ofensiva israelí ascendió a cien, representando casi la mitad de las 210 víctimas totales por inanición. El sábado, los hospitales gazatíes registraron cinco muertes adicionales por falta de alimento, incluyendo dos menores, según un comunicado de las autoridades sanitarias.
Este aumento en las víctimas se produce tras meses de restricciones severas al ingreso de ayuda humanitaria, con un bloqueo total entre el 2 de marzo y el 19 de mayo, y un flujo actual de asistencia que organizaciones humanitarias califican como «muy limitado e insuficiente».
Israel, que controla todos los accesos a Gaza, afirmó este domingo que en la última semana se distribuyeron 1.900 camiones de ayuda humanitaria, de los cuales más de 1.300 transportaban alimentos, según el COGAT, organismo encargado de los asuntos civiles en los territorios palestinos ocupados. Esto representa un promedio de 270 camiones diarios, una cantidad que, según organizaciones humanitarias, está lejos de los 600 necesarios para satisfacer las necesidades de la población gazatí.
El COGAT subrayó que continuará facilitando ayuda para los civiles, pero no para Hamás. Sin embargo, la persistente escasez de alimentos y recursos básicos sigue agravando la situación en el enclave, donde la desnutrición se ha convertido en una amenaza mortal, especialmente para los menores.