
El ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar, propuso este jueves exiliar a los líderes de Hamás aún vivos como una vía para terminar con la guerra en Gaza, que en 21 meses ha dejado unos 56.000 muertos. En una entrevista con el diario austríaco Die Presse, Saar señaló que Israel está dispuesto a ofrecer “libre tránsito al exilio” a los líderes del grupo islamista, citando como precedente la salida de Yasir Arafat y la OLP de Beirut hacia Túnez en 1982. La propuesta se enmarca en las negociaciones en Catar para un alto al fuego de 60 días, que incluiría la liberación progresiva de rehenes —ocho vivos inicialmente y dos más al final, junto con 18 cadáveres de israelíes secuestrados— a cambio de un número no definido de presos palestinos.
Saar enfatizó que el objetivo es garantizar que Hamás no controle la Franja de Gaza, responsabilizando al grupo por el sufrimiento de palestinos e israelíes y por desviar la ayuda humanitaria. Rechazó entregar el control a la Autoridad Nacional Palestina, argumentando que carece de respaldo popular y promueve el odio contra Israel. Asimismo, desmintió acusaciones de deportación forzada, aclarando que cualquier salida de palestinos sería voluntaria y sujeta a la aceptación de terceros países. Aunque Hamás no ha aceptado la propuesta de exilio, Saar insistió en que esta vía, junto con un desarme efectivo, es crucial para evitar nuevos ataques como el del 7 de octubre de 2023, que dejó 1.200 muertos y 250 secuestrados, de los cuales 50 siguen retenidos.