
En el gobierno nazi de Adolfo Hitler, el ministro de Propaganda, Joseph Goebbels, uso la estrategia de la mentira para penetrar en la mente de la población: «repetir una mentira mil veces para convertirla en verdad» era la estrategia de los nazis, creada por Goebbels, que consiste en difundir una falsedad de manera reiterada para que, con el tiempo sea percibida como verdad por la población. Esta fue la táctica de Goebbels con la cual los nazis crearon un estado de alienación en el pueblo alemán, al punto de llevarlo a creer que el ejército nazi era invencible y que ninguna fuerza del mundo tenía capacidad para detenerlo.
La estrategia de Goebbels no ha perdido vigencia en la mente de los politicos actuales que congenian con el estilo politico del Partido Nacionalsocialista Obrero de Adolfo Hitler, y que en nuestro país es replicado como una copia fiel por el partido gobernante PLR. El actor político hondureño que asume el papel de Goebbels en el PLR es el concejal Marlon Ochoa, quien se aleja de su condición de concejal del CNE para actuar como un agente partidario, con la triste tarea de repetir mentira sobre mentira, instruido para esta triste misión por asesores extranjeros de distintas nacionalidades. Repetir que la oposición trabaja para un fraude es la estrategia de Goebbels, es acudir a la mentira para endosarle al adversario lo que está haciendo el PLR. Porque el fraude es la única salida que tiene el PLR para amañar las elecciones y ganarlas a como dé lugar.
El PLR está atrapado entre sus mismas marañas, demolido por los escándalos de corrupción que han venido aflorando cuando sus mismos dirigentes encantados con la figuración de proclamar sus propias fechorías, habiendo perdido el mínimo de decencia que deberían observar los políticos, pregonan entre ellos la forma perversa de manosear el dinero público para destinarlo a la causa política de su candidata Rixi Moncada, que no alcanza los niveles de popularidad que se necesitan para tener la opción de ganar legalmente la Presidencia. El PLR tiene la ventaja de tener el control de las principales instituciones (Poder Judicial, Ministerio Público, Procuraduría General, Tribunal Superior de Cuentas) excepto el CNE, que se ha constituido en la gran pieza en el zapato del PLR, razón por la que el coordinador general del PLR, Mel Zelaya, lanzó sus colectivos para inmovilizar el CNE este día, para impedir que prosiguiera el cronograma electoral.
Esta acción de acuerdo al Código Penal es un delito del PLR, por lo que la Policía Nacional y las FFAA estaban obligadas a actuar para evitar que los colectivos del PLR impidieran el acto programado en el CNE; pero, en lugar de cumplir con su deber, tanto policías como militares se dedicaron a proteger a los miembros del PLR y a los militantes de los colectivos, con lo cual enviaron un mensaje reiterado de que no están en el lado donde se defiende la democracia. Mientras tanto, el concejal Marlon Ochoa, que juega el papel de agente de su partido, acudía este día a entablar denuncias penales por delitos electorales (prevaricato administrativo y usurpación de funciones por la publicación de una enmienda a los pliegos del TREP). A la mejor usanza de Goebbels, Marlon Ochoa se aferró a la mentira para culpar a la oposición de los delitos que el PLR estaba cometiendo este mismo día: impedir que prosiguiera el cronograma electoral y endosarle el fraude que el PLR ha orquestado como única salida para continuar en el poder.
El gran terror para el PLR es la verificación de los resultados, porque igual que en la estrategia de Goebbels encargada a Marlon Ochoa, el PLR rechaza la verificación de los resultados porque esto no le permitiría anunciar una victoria tempranera de Rixi Moncada, que es la consumación del fraude electoral. Recurriendo a la mentira repetida, Ochoa acudió al fiscal general que es un peón importante del PLR, para forjar la idea de que los delitos que ellos están cometiendo corresponden a otras personas, que, como las concejales Cossette López y Ana Paola Hall, están defendiendo la aplicación de la ley, para evitar que el PLR se salga con la suya por medio de los mecanismos de fraude.
El Ministerio Público, que se ha convertido en una institución encubridora de todos los delitos y desmanes cometidos en las instancias del gobierno, juega el peor papel de su historia, siendo el fiscal general Johel Zelaya un agente más de los objetivos del gobierno, cosa que no debe extrañar, porque su ascenso al cargo fue provocado por la elite del PLR, que lo escogió exprofesamente para legitimar las tareas sucias como las que está realizando Marlon Ochoa, todo un prevaricador profesional que se da el lujo de acusar a sus colegas Cossette López y Ana Paola Hall, de los delitos en los que él, es un taimado magistral, que viola las leyes y se burla de las víctimas.
Y de paso, gracias al control que tiene sobre la directiva usurpadora del Congreso Nacional, el PLR logra que Luis Redondo cite a las concejales López y Hall, para que expliquen al pleno del Congreso lo que está pasando en el CNE. Vaya cinismo tan grueso y tan descarado el del PLR. Obstaculizan al CNE y ahora, gracias al control que tienen de instituciones marionetas al servicio del partido gobernante, buscan asestarle un golpe al CNE desde el Congreso Nacional.
La conducta del Partido Libertad y Refundación es una réplica del partido nazi de Hitler. Usa las mentiras para ganarle la partida a la oposición. Y en la oposición parece que no hay cabezas que puedan ayudarle a los lideres, a que entiendan que Mel Zelaya los quiere arrollar con una avalancha de mentiras con las cuales busca intimidarlos. Y la forma tímida con que reacciona la oposición juega en favor del coordinador general del PLR.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy lunes 7 de julio de 2025.