
El descubrimiento de 383 cuerpos apilados sin incinerar en un crematorio en Ciudad Juárez (norte de México) ha sacudido a cientos de familias que comienzan a enfrentar este martes la posibilidad de que los restos de sus seres queridos nunca fueron tratados con dignidad en seis funerarias.
En medio de la indignación social y el clamor por justicia, tras darse a conocer que al menos seis empresas funerarias están involucradas en el mal manejo de cientos de cuerpos que cobraron por incinerar, familiares de los fallecidos y activistas acudieron a la Fiscalía del estado de Chihuahua en busca de respuestas.
Lorenza Elena Cibrián Puentes demandó saber si los restos entregados por la funeraria Luz Divina realmente pertenecen a su esposo, Raúl Rodríguez Irneros, fallecido el 5 de febrero del año pasado.
“Se siente un dolor(…) porque como a nosotros nos entregaron la cajita de cenizas, pues no sabemos realmente si sea él o no sea él”, comentó y aseguró que su hija ya se encuentra en contacto con autoridades, pero hasta ahora no han recibido una respuesta clara.