
Imágenes filtradas han desatado controversia al mostrar lo que parece ser una «suite de lujo» en el centro penitenciario de Támara, donde un extraditable vivía en condiciones privilegiadas. Aunque no verificadas de forma independiente, las fotos sugieren que ciertos reclusos de alto perfil, como narcotraficantes o líderes de pandillas, han logrado acceder a comodidades excepcionales, incluyendo muebles cómodos, aire acondicionado y equipos electrónicos, en un sistema penitenciario donde la norma es el hacinamiento y la precariedad.
El sistema carcelario de Honduras, conocido por su sobrepoblación al 34.2% por encima de su capacidad y episodios de violencia como el motín de 2023 en la prisión femenina de Támara, que dejó 46 muertas, enfrenta críticas por estas disparidades. Las autoridades han implementado medidas como la intervención militar y planes para una «megacárcel» de 20,000 plazas y una colonia penal en la isla de Cisne, buscando erradicar privilegios y recuperar el control. Estas imágenes evidencian que, en algunos casos, el dinero aún puede comprar condiciones de reclusión muy alejadas de la realidad del resto de los internos. SM