LA SALIDA DE RIXI

La salida de Rixi Moncada del Ministerio de Defensa, conforme se lo demanda la Ley Electoral, hay que verla como un buen signo para el futuro del trascendental evento político de los hondureños que son las Elecciones Generales del 30 de noviembre próximo. Porque en apariencia despeja cualquier tipo de dudas; su renuncia era inevitable, so pena de quedar inhabilitada como candidata, pero, en el hipotético caso de que se hubiera aferrado al cargo de Secretaría de Defensa, como lo aventuró el usurpador presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, cuando dejó entrever que ejercer el cargo no inhabilitaba a los aspirantes, hubiera explotado en un conflicto de graves consecuencias. Porque teniendo en el Congreso a un personaje sin escrúpulos como el diputado Redondo, elucubrando las peores barbaridades antidemocráticas, dando curso a una serie de ilegalidades, todo es de esperarse.

La renuncia de Rixi Moncada, la lleva a la realidad de ser otra candidata, donde no debe contar con las ventajas de usar todo el aparato del Estado, como lo ha venido haciendo en un claro ventajismo, al desplazarse en los helicópteros de la FAH y usar una flota de vehículos oficiales. A partir de este momento, los partidos de oposición, organismos de sociedad civil, los medios de comunicación, los diferentes sectores de la sociedad y la población hondureña en general, deben poner atención en los desplazamientos de la candidata Rixi Moncada, que por ser la candidata del partido gobernante PLR, tendrá mayores recursos económicos a su disposición, para hacer una campaña con mucho dinero a su disposición, para aumentar el clientelismo político en el que repartirá dinero para la compra de conciencias.

Nos aprestamos a vivir una campana electoral no convencional, en que no hubo antes una candidata presidencial con tanto dinero a su disposición para ganar una elección a como dé lugar. El Partido PLR está transmitiendo un mensaje que no deja dudas: los altos mandos del gobierno están regando la especie que estas elecciones ya las tienen ganadas y que se quedaran en el poder. Es evidente que el PLR tiene asesores venezolanos que son expertos en los fraudes electorales, que se fundan en los artificios que permite la tecnología que por desgracia facilitan la manipulación de los procesos electorales.

La única forma legítima de garantizar unas elecciones limpias y democráticas, es asegurar que los mecanismos del CNE no sean objeto de manipulaciones antojadizas. Es en el CNE donde debe garantizarse la voluntad libre y expresa de los ciudadanos, por lo que es fundamental que haya una observación robusta con presencia internacional que no permita el manoseo del proceso electoral desde su inicio hasta el final. Hay muchas suspicacias respecto al voto de los hondureños en EEUU, al trascender que a unos 500 mil hondureños en aquel país se les ha retenido la tarjeta de identidad desde los consulados móviles, una operación documental en la que el PLR monopolizó la participación, mientras que los partidos de oposición brillaron por su ausencia, un descuido imperdonable tanto de liberales como de nacionalistas, porque un monto de 500 mil votos puede decidir la elección del 30 de noviembre. ¿Cómo impedir que ese entuerto que estuvo a cargo de la Cancillería hondureña presidida por Eduardo Enrique Reina, constituya una amenaza fraudulenta en las próximas elecciones? Este es un aspecto que deben tomar en cuenta de inmediato los candidatos del PL y PN.

En términos reales, a pesar de que la candidata del PLR, Rixi Moncada, no es un derroche de simpatía, algo que no necesita demostrarse, más el desgaste monumental sufrido por el Gobierno del PLR, la cadena de mensajes de que se quedaran en el poder, es significativo que el partido de gobierno cifra su certeza no en ganar limpiamente las elecciones sino en quedarse en el poder, que es algo diferente y que estriba en otro tipo de acciones que no tienen que ver con la legitimidad. Por lo pronto, el PLR cumple en apariencia con las condiciones necesarias para el ejercicio democrático al renunciar su candidata al cargo de ministra de Defensa, un movimiento que, sin embargo, hay que verlo con mucho cuidado, porque a partir de hoy, aunque aparentemente el puesto será asumido por la misma Presidente de la República, pocos podrán dudar que quien asumirá ese cargo será el coordinador del PLR, Mel Zelaya, que será el verdadero ministro de Defensa en la sombra, con una ascendencia visible sobre el alto mando militar.

En estas circunstancias los hondureños estamos enfrentados a una falsificación de la democracia, es decir, una democracia pervertida en la forma más plena de ilegitimidad, en que se da por supuesto que por celebrarse elecciones es porque estamos en democracia, aunque sea sin libertad, con un ventajismo espantoso de la candidata del partido gobernante, sin que la oposición tenga conocimiento de los trasfondos que se están manejando, con una opinión pública empobrecida, y un proceso manipulado por los habilidosos venezolanos expertos en fraudes electorales, con conocimientos perversos para manipular la voluntad real de los electores hondureños.

Conclusión, si bien la salida de Rixi Moncada de la Secretaría de Defensa pudiera verse como un signo alentador de que los hondureños tendremos elecciones, no quiere decir que no corramos el riesgo de que seamos víctimas de que se nos imponga el imperio de la total ilegitimidad y digo total, porque la falsificación de la aparente legitimidad democrática podría arrojar un resultado desolador, que sea la candidata Rixi Moncada, antipática por los cuatro costados con el respaldo de un partido plagado de corrupción y señalamientos del mismo vicio que azoto al Partido Nacional, la ganadora al final de una jornada que nos podría dejar a los hondureños silbando en la loma, preguntándonos en qué momento nos echamos a dormir creyendo en el triunfalismo que hoy tiene embobados a los politicos de oposición que parecen imberbes para no intentar leer el escenario en el que se enfrentan a un verdadero monstruo de las tretas políticas.

Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 28 de mayo de 2025.