Trump confronta a Ramaphosa en la Casa Blanca con acusaciones de genocidio en Sudáfrica

En una tensa reunión en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump sorprendió al presidente sudafricano Cyril Ramaphosa al presentar videos que, según él, muestran a líderes comunistas sudafricanos incitando a la violencia contra granjeros blancos, acusando al gobierno de Sudáfrica de permitir confiscaciones de tierras y asesinatos. Trump mostró un video de un político cantando una canción anti-apartheid con letras violentas, afirmando que “la gente está huyendo por su seguridad”. Ramaphosa, en silencio inicialmente, respondió que esos discursos no reflejan la política del gobierno, sino de un partido minoritario en una democracia multipartidista, y negó que existan ataques específicos contra blancos, aunque reconoció la alta criminalidad que afecta a todos los agricultores. Expertos sudafricanos respaldan que no hay evidencia de un genocidio contra blancos, pese a las afirmaciones de Trump y su asesor Elon Musk.

La reunión evidenció las fricciones bilaterales, agravadas por una orden ejecutiva de Trump en febrero que cortó la financiación a Sudáfrica por sus políticas internas y su apoyo a países como Irán y Hamas. Trump acusó falsamente al gobierno sudafricano de confiscar tierras de granjeros afrikaners, lo que Ramaphosa desmintió, atribuyendo las críticas a desinformación. La relación bilateral, en su peor momento desde el fin del apartheid en 1994, se complicó aún más por la postura de Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia y los vínculos pasados de Ramaphosa con MTN Group, relacionado con Irán. La delegación sudafricana, que incluyó a los golfistas Ernie Els, Retief Goosen y al magnate Johann Rupert, buscó calmar tensiones, pero las acusaciones de Musk sobre leyes “racistas” y la negativa de Starlink a cumplir regulaciones sudafricanas profundizaron el distanciamiento.