
De acuerdo a la denuncia formulada por la organización ASJ (Asociación por una Sociedad más Justa) por la alarmante falta de transparencia en el manejo del presupuesto del Congreso Nacional, durante el período usurpado por el diputado Luis Redondo, no hay rendición de cuentas de una suma extraordinaria de 824 millones de lempiras, cuyo destino pareciera ser el de compras oscuras y contrataciones diversas. Este es un caso único en la historia de Honduras, porque en el Congreso Nacional hubo de historias a historietas, pero jamás habíamos tenido un Congreso dirigido por un presidente que asumió la conducción de su junta directiva mediante un zafarrancho seguido de una trifulca montada por el PLR, que terminó corriendo de la mesa principal a la directiva legalmente electa e imponiendo al diputado Luis Redondo, cuya ilegalidad aumentó a la monstruosidad al haber sido juramentado por el diputado Rasel Tomé que no tenía ninguna facultad para juramentar a una directiva que terminó siendo espuria y usurpadora.
Agregando a la cascada de barbaridades cometidas por el diputado Luis Redondo, los malos manejos de grandes sumas de dinero en forma turbia, ponen a este Congreso Nacional con el cetro de la podredumbre, porque nunca antes el Congreso Nacional de Honduras había sido tan cuestionado no solo por sus actuaciones y acciones ilegales sino por sus malos manejos de los dineros del parlamento. El diputado Luis Redondo es un verdadero «crack» como asaltador del Congreso y malos manejos de los dineros del Poder Legislativo.
Si se le hiciera una auditoría en estos momentos al Congreso Nacional, no habría forma de evitar que el diputado Redondo sea citado por el Ministerio Publico para presentar acciones en su contra en los tribunales, pero el control de las instituciones por parte del PLR no permiten el ejercicio de la justicia en un poder del Estado que ha caído en lo más bajo que pueden estar los niveles de confianza de una institución que ha venido legislando en desmedro del ordenamiento jurídico, porque, como el diputado Luis Redondo es un ignorante de la ley en todo sentido, es decir, al tiempo que desconoce las leyes, las ignora intencionalmente, porque lo suyo no es ajustarse a la ley ni a la Constitución, lo suyo es ir a trompicones y empujones, violando la ley sin que le atormenten los señalamientos y las críticas, porque al tener la protección populista del PLR, del Poder Judicial y del Ministerio Publico, instancias que obedecen a ciegas el mandato del gobierno del PLR, Redondo se siente más blindado que los tanques rusos de guerra, jactándose de cometer las peores tropelías sin temor a que un día le deduzcan responsabilidades por cada una de sus barbaridades, porque está seguro, porque así se lo han asegurado en el alto mando del PLR, que continuarán en el poder a como dé lugar.
Sin embargo, Redondo debe saber que, aunque el PLR cree que no hay nada ni nadie que lo saque del poder, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. Los hondureños se están articulando, esto no es cosa que se presienta ni que se presuma, es algo que se palpa a cada momento en todo el país, el deterioro económico de la nación golpea a los hondureños, mientras trascienden los malos manejos de los dineros públicos por el sector oficial, hay alarde para ofrecer dinero público a ciertos sectores como los estafados por KORIUN, a sabiendas que esto es un acto ilegal que pondría a los funcionarios que lo aprobaran a un paso de la cárcel.
Mientras en el país hay carencias de todo tipo, los puestos de trabajo son más escasos y la crisis se acentúa, trascienden malos manejos de grandes sumas de dinero en el Congreso Nacional en donde el presidente que sigue actuando en condición de usurpador, maneja la administración con el mismo estilo con que legisla, regando dinero como se riega el jardín, para satisfacer aún más los estómagos agradecidos de los diputados de su partido, propietarios y suplentes, y de algunos diputados de la oposición, a cambio de contar con ellos para establecer el quorum mínimo que le permita seguir cometiendo sus barbaridades.
Sin embargo, quizás el tamaño de su enorme barriga no le permite al diputado Redondo reflexionar que todos los malos manejos del Congreso Nacional, sobre todo el uso y el abuso del presupuesto, están repercutiendo en el corazón y el pensamiento de los ciudadanos, y aunque crea que haciendo regalías a los diputados se mantendrá firme, el próximo 30 de noviembre podría cambiarle la suerte, porque al estar abusando del arte de birlibirloque, y comprando a sus diputados y otros como arma arrojadiza, cuando menos espere el día de las elecciones será uno de los grandes culpables de la derrota del PLR.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy martes 20 de mayo de 2025.