
Una niña de apenas siete años resultó con quemaduras y hematomas en su mano izquierda tras ser víctima de un castigo extremo por parte de su madre, identificada como Rosmary Varela Barrientos, de 48 años.
El hecho ocurrió en el municipio de Lagunillas, estado Zulia en Venezuela y ha causado indignación en redes sociales y entre organizaciones defensoras de la niñez.
Según las investigaciones, su madre había colocado su mano sobre una estufa encendida como castigo por haber tomado su teléfono celular sin permiso.