
La historia es la «maestra de la vida» según Cicerón, y el pueblo que no la aprenda está condenado a repetir sus errores, no como comedia, sino como tragedia, según decía Marx. Los hondureños cometemos a menudo el mayor de los errores que es juzgar el pasado con criterios del presente, creyendo que todo era como es hoy, lo cual nos lleva a la confusión y a la catástrofe. Por eso es que nos equivocamos a la hora de elegir y terminamos por poner el destino de Honduras en las manos de los menos responsables que son los menos indicados para gobernarnos.
El PLR, que aunque algunos piensan que es una derivación del Partido Liberal que se llevó Mel Zelaya en el 2009, en realidad no es así, porque una parte de las personas que siguieron al partido de Villeda Morales, Modesto Rodas Alvarado y otros grandes líderes, no eran propiamente liberales, más bien, eran una caterva de oportunistas que esperaban la aparición de un «hombre fuerte», con la temeridad de abanderar un movimiento populista, que es donde surgió Mel Zelaya, que con entusiasmo encabezó una agrupación que se asentó en las ideas populistas que más tarde se constituyó en partido, con el beneficio y complacencia del gobierno nacionalista que imperaba en ese momento.
La reiteración de Mel Zelaya, de manera continua, cuando en forma desenfadada niega a DIOS, es muy propia del espíritu populista. No tenerle miedo a nada, ni a DIOS, no es una expresión sacada de contexto, es una afirmación de poderío sobrenatural que manifiesta en forma continua el líder del PLR, lo que constituye una blasfemia, que consiste en proferir contra DIOS palabras de odio, de reproche o de desafío. La blasfemia se extiende cuando se habla contra la iglesia, los santos y las cosas sagradas. Cuando Mel Zelaya en 2009 dijo que ni Dios paraba la «Cuarta Urna», cometió una blasfemia, algo muy parecido dijo recientemente cuando afirmó que no le tenía temor a nada ni a DIOS. Intentar reparar el pecado explicando que no le teme a Dios porque nunca ha hecho nada malo, es reiterar la blasfemia. Porque, de acuerdo a la Biblia y a varias Encíclicas, es blasfemo el que recurre al nombre de Dios para justificar practicas criminales.
Tampoco está sacado de contexto la obstinación del PLR de establecer una comparación entre el expresidente Mel Zelaya y el máximo héroe Francisco Morazán, porque la historia no lo permite. Entre Mel Zelaya y Francisco Morazán hay un distanciamiento profundo que impide establecer una igualdad, y de nuevo, al hacerlo se comete una blasfemia contra la historia. En el libro «Exploraciones y Aventuras en Honduras de 1857», el escritor William Wells cuenta las andanzas de los antepasados de Mel Zelaya en Olancho. William Wells visitó Honduras en ese año y entrevistó a varios personajes, entre ellos al Gral. José Trinidad Cabañas. Wells llegó a Nicaragua y desde allí se trasladó a Honduras, entrando por el Golfo de Fonseca, pasando por el departamento de Valle, desde donde se trasladó a la capital, continuando su viaje a Guayape que era su destino, atraído por las historias contadas sobre la abundancia de oro en las aguas de ese rio.
El escritor Wells en ese viaje a Olancho conoció a los tres hermanos Zelaya, dos de los cuales, Francisco y Manuel Zelaya, que sin duda eran los tatarabuelos de Mel Zelaya, vivían en el valle de Lepaguare, mientras que el tercero, Santiago Zelaya, era funcionario público en Juticalpa. Los hermanos Zelaya, posibles tatarabuelos de Mel, eran enemigos de Francisco Morazán, incluso se apuntaron para perseguir a Morazán en Nicaragua, no consiguiendo enfrentarlo porque en ese momento Morazán salió hacia Costa Rica, donde el destino le puso fin a su vida en un paredón de fusilamiento, acabando así los ideales unionistas centroamericanos del héroe hondureño.
La historia pone las cosas en su lugar, como decía Cicerón: la historia es «la maestra de la vida». Si los tatarabuelos de Mel Zelaya fueron enemigos declarados y perseguidores de Francisco Morazán, la única relación que puede entablarse entre Mel Zelaya y Francisco Morazán, es que, con el paso de los años los Zelaya siguen empeñados en destruir al Gral. Francisco Morazán.
Así son las cosas y así se las hemos contado hoy miércoles 7 de mayo de 2025.