
Tegucigalpa, Honduras.
Luego de varios días de hospitalización y condición crítica, este lunes falleció la joven abogada que fue atacada y atropellada por un ladrón en la colonia Alemán de la capital de Honduras.
Se trata de Alejandra Nazareth Hernández Vallecillo, graduada de la licenciatura de abogada.
Hernández Vallecillo fue atacada por su sujeto el pasado viernes 27 de octubre cuando guardaba sus pertenencias en la cajuela de su vehículo.
El delincuente llegó hasta el lugar donde estaba la joven para despojarle de sus pertenencias.
Cámaras de seguridad captaron el momento justo cuando Nazareth comenzó a gritar y forcejear con el asaltante para evitar el robo, no obstante, el hombre logró su objetivo y se subió a su carro para escapar del lugar.
Segundos después del robo, cuando el hombre se retiraba del lugar, Hernández, -en un intento por recuperar sus pertenencias-se abalanzó sobre el carro del asaltante para intentar detenerlo. Sin embargo, el hechor aceleró el automotor, llevándosele de encuentro y lanzándole contra el pavimento varios metros adelante.
Tras permanecer hospitalizada y en condición crítica, la joven murió este lunes y su cuerpo fue trasladado hasta las instalaciones de Medicina Forense.
CAPTURA DEL LADRÓN

Luego de ejecutar un trabajo investigativo por parte de un equipo de agentes de la Policía Nacional, se logró identificar y arrestar al presunto responsable de los delitos de robo con violencia o intimidación y homicidio en su grado de ejecución de tentativa.
Esta efectiva labor policial, fue llevada acabo por investigadores asignados al Departamento de Delitos Contra la Propiedad y el Departamento de Delitos Contra la Vida, de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) en la colonia El Hato de Tegucigalpa, Francisco Morazán.
El arrestado de 34 años, es un operador ejecutivo, originario y residente en en el mismo lugar en donde se llevó acabo su formal detención.
A este sujeto se le detuvo mediante una orden de detención preventiva, por suponerlo responsable del delito de homicidio en su grado de ejecución de tentativa y robo con violencia o intimidación, en perjuicio de un testigo protegido.