
La noche del martes 8 de abril, una hondureña identificada como Claudina España, de entre 55 y 60 años, fue asesinada en su vivienda en la aldea Llano Largo, municipio de La Labor, Ocotepeque. De acuerdo con informes preliminares, el presunto responsable del crimen sería un trabajador originario de Lempira, quien había sido contratado por la víctima solo cinco días antes de los hechos. El ataque ocurrió bajo circunstancias aún en investigación, pero se sabe que el agresor utilizó un arma blanca para cometer el asesinato.
Este homicidio se suma a la creciente cifra de muertes violentas de mujeres en Honduras. Según el Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (ONV-UNAH), hasta el 16 de marzo de 2025, se han registrado al menos 59 muertes violentas de mujeres, superando las 45 reportadas en el mismo período del año anterior. En 2024, se contabilizaron 231 muertes violentas y femicidios de mujeres, reflejando la persistente crisis de violencia de género en el país. Las autoridades policiales continúan con las investigaciones para ubicar al responsable, cuyo paradero aún es desconocido.