La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, acusó este jueves la existencia de un plan para desestabilizar su gobierno, destacando un reciente ataque al jefe de las Fuerzas Armadas y al Ministro de Defensa como un intento de debilitar la institucionalidad militar y comprometer el próximo proceso electoral. Castro advirtió que tal ataque pone en peligro la estabilidad del país y prometió no permitir que la extradición sea usada como herramienta de intimidación contra las Fuerzas Armadas.
En su discurso, Castro subrayó su compromiso con la paz y la unidad, y rechazó cualquier forma de injerencia externa. Aseguró que, a pesar de las críticas, su gobierno continúa trabajando para superar el legado de la «narcodictadura» y defender la soberanía nacional frente a presiones extranjeras. La presidenta hizo estas declaraciones durante la inauguración de una nueva central eléctrica en San Pedro, Copán, y enfatizó que su administración está enfocada en construir una Honduras libre de corrupción y autoritarismo.