Mientras la Secretaría de Salud tiene L1,571 millones sin usar, en los hospitales públicos a nivel nacional, no hay camillas, medicinas, ni insumos básicos como el algodón en el principal centro asistencial del país, el Hospital Escuela, que en cualquier nación de la región es un recurso indispensable, pero en Honduras, son los pacientes quienes deben comprarlos.
Este tema ha sido polémico en los últimos días, a lo que la Ministra de Salud, Carla Paredes, calificó como minúsculo, y llamo de “malnacidos” a quienes critican las escazas acciones y errores de la actual gestión, en conjunto con otros insultos; “hay que ser imbécil, tienen la cabeza llena de basura y el corazón lleno de mostaza”.
Mientras el sistema sanitario hondureño atraviesa esta crisis, la ministra de Salud, Carla Paredes, está en Austria exponiendo los supuestos avances de la medicina nuclear en el país, cuando el proyecto del acelerador lineal, realizado por el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS), en el Hospital San Felipe sigue estancado.