Tegucigalpa, Honduras.
Recientemente, el designado presidencial, Salvador Nasralla, se mostró en contra de los lazos que Honduras rompió con Taiwán y formó con China Popular, país enemigo de los Estados Unidos.
El polémico tema deja mucho que decir, y el designado decidió no quedarse callado y expresó su punto de vista. Nasralla dijo que el Gobierno de Honduras está tomando malas decisiones en cuanto a relaciones bilaterales se refiere, puesto que nadie busca relaciones sin pedir nada a cambio.
“China no va a venir a Honduras, ni nos va a dar algo a cambio de nada”, expresó.
Además dijo que Honduras solo está dando pasos en falso y tarde o temprano podrían llegarle problemas porque se metió a la línea de fuego entre dos grandes potencias.
Fue así como se cuestionó grandes interrogantes, entre estas; ¿Qué sucederá con la base militar estadounidense ubicada en Palmerola? Misma base que por muchos años ha sido de gran ayuda para el Gobierno hondureño.
Finalmente, mencionó que el régimen chino pedirá grandes favores a cambio de las relaciones que tomarán ambas naciones. Uno de estas peticiones podría ser el apropiarse del Golfo de Fonseca para usarlo como su buque de guerra para traer a territorio hondureño a agentes y personas chinas.