El exfiscal general, Edmundo Orellana, lamentó que el pueblo hondureño siga sin justicia por actos clave como el golpe de Estado de 2009, tras la decisión de un juez de dictar arresto domiciliario a los generales retirados Romeo Vásquez Velásquez, Venancio Cervantes y Carlos Roberto Puerto, acusados de la muerte de Isis Obed Murillo. Orellana cuestionó la impunidad que persiste en el país, señalando que los responsables del golpe, que saquearon el presupuesto nacional y desencadenaron años de violencia, continúan gozando de protección judicial.
El juez de letras resolvió dictar auto de formal procesamiento con arresto domiciliario para los tres exjerarcas militares, imponiendo además la vigilancia de sus abogados y la prohibición de salir del país. La medida se tomó en el marco del proceso penal por homicidio en perjuicio de Murillo y tentativa de homicidio contra Alex Zavala. Orellana advirtió que mientras los responsables del golpe de Estado sigan impunes, el acceso a justicia para el pueblo hondureño seguirá siendo una quimera.