El precandidato presidencial Jorge Cálix reaccionó a la advertencia de la presidenta Xiomara Castro sobre la posible expulsión de la base militar de Palmerola, interpretando que esta decisión se debe a que el cuerpo militar desplegado en la base afecta los negocios del «familión». La mandataria había señalado que, si EE. UU. continúa con una actitud hostil y expulsa masivamente a los migrantes hondureños, se vería obligada a reconsiderar las políticas de cooperación con el país, incluyendo la presencia militar en Honduras. «Las bases militares en nuestro territorio perderían toda razón de existir», expresó Castro durante su mensaje.
Cálix, por su parte, argumentó que la base de Palmerola es clave en la lucha contra el narcotráfico en el país y en la región, y sugirió que el «familión» está interesado en su retiro porque esta base interfiere con sus negocios familiares. Aseguró que la decisión sobre la base debe ser tomada por el Congreso, donde la bancada de Libre es minoría. Además, instó a la administración actual a dejar de pelear con Estados Unidos y a centrarse en gestionar el TPS, atraer inversiones y generar oportunidades para evitar que los hondureños tengan que emigrar. La base de Palmerola, operada por la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo, es un centro estratégico de operaciones militares de EE. UU. en la región, con más de 1,000 personas trabajando allí.