La muerte de Ramón Antonio, conocido cariñosamente como “Torito”, ha dejado una profunda consternación en Santa Cruz de Yojoa. Lo que más ha impactado a la comunidad no es solo su partida, sino la soledad que acompañó sus últimos momentos. Durante su velatorio y sepelio, solo dos familiares estuvieron presentes para darle el último adiós. La escena fue desgarradora: al salir de su casa, únicamente el vehículo fúnebre transportaba su féretro, y aunque dos vecinos se sumaron al cortejo, fue en el cementerio donde se unieron cuatro personas más, los albañiles que prepararon la fosa donde descansarán sus restos.
La imagen de un hombre tan querido en la localidad siendo despedido por tan pocas personas ha conmovido a todos. “Torito”, como lo llamaban con afecto, era una figura conocida en Santa Cruz de Yojoa, lo que hace aún más triste su partida en medio de tanta soledad. Este hecho ha dejado una reflexión en la comunidad sobre la importancia de acompañar a quienes nos dejan, incluso en sus últimos momentos.