El primer Centro de Dispersión y Eclosión de moscas estériles para combatir el gusano barrenador, opera en Palmerola, Comayagua, y desde ahí se mandan vuelos al territorio nacional, Guatemala y México.
Se escogió a Honduras como puente para la dispersión de moscas porque es una zona estratégica, ya que desde Panamá mandan el huevecillo, se alimentan y desarrollan en Honduras, luego se lanzan desde un avión dentro del país, así como en Guatemala y México.
A Honduras llegan unos ocho millones de moscas a diario en estado de desarrollo inmaduro y terminan de criarse en las cámaras que se instalaron en el centro.
Se hace un proceso de maduración hasta que las moscas emergen adultas, hembras y machos, ambos estériles, y la función principal es que el macho no lleve hijos de por medio, ya que podrán copular, pero no se podrán reproducir.